Familia Corrupción y Sexo 37 - Relatos Eróticos

Familia Corrupción y Sexo 37

... el viejo, viendo a su nieto victorioso, había superado su último problema, volvía con sus hembras sanas, así que ahora le tocaba reclamar su premio, el chico se fue al cuarto, donde acostó a Jane junto con Rene, empezó a besarla en los labios, solo vestía unas medias y su calzón, pero este ultimo seria arrancado, y las mallas rotas en la zona púbica para comenzar su juego, la hermana mayor comenzaría a sobar cada parte del cuerpo de la pequeña, haciendo cierto énfasis en sus nacientes tetas, mientras su mano competía con la de Dany por tocar la pequeña cueva de la nena, quien empezaría a gemir, luego ambos comenzarían a chupar sus pechos, mientras dejaban que Jane dijera:

Hermanos, esto se siente muy bien, mi cabeza, creo que no resistiré mucho – dijo la niña algo mareada, mientras sus piernas se abrían completamente.

Tranquila Jani, pronto te acostumbraras – decía Rene subiendo para besar sus labios.

En eso la mayor comenzaría un verdadero besuqueo restregando sus tetitas, grandes y de buena forma contra las puntitas de la pequeña, quien sentía sus pechos eran aplastados, mientras que una boca golosa empezaba a comer su conchita, dándole el placer de su vida, así las grandes manos agarraban desde sus muslos hasta su culo, todo al tiempo veía como las 2 nenas jugaban con sus lenguas y sus manos acariciándose, sintiendo sus pechos, durando momentos intensos, hasta que Jane se corrió, lo cual esperaba, así se levantó, dejando que Rene ocupara su lugar, perdiéndose en ese momento mágico, pero después Dany hizo que la mayor se acostara y encima dejo a Jane para que siguieran besándose, abriendo sus muslos para clavarle su pulgar dentro.

Mm, hermano, mi culito – se quejó un poco Jane.

Pero era solo para mantenerla fija, pues pronto comenzó a penetrar con cierta facilidad a Rene, quien por instinto se aferraría a la menor tomándola de las nalgas, divirtiéndose en un juego ardiente donde los hermanos cometían un incesto tan placentero, entre besos, caricias y palabras fuertes, desataban el deseo, buscaban aquel contacto carnal, moviéndose en un ritmo cadencioso dominado por la lujuria, probando cada pose que se les ocurriera, pues una vez que acabaron así, Dany se sentaría para clavarle la verga en el culo a la chiquita, un placer que solo a ella le daría, pues le encantaban las carnosas masas que tenia detrás, así la haría decir:

Hermanito, me rompiste el culo – se quejo por que fue algo salvaje como de niño cuando la penetro, pero ahora por su retaguardia.

Esto debía hacerse, siempre me gustaron tus nalgas – estaba diciendo cuando gemiría él.

Rene para no quedarse fuera comenzaría a comerle la vulvita, que seguía impregnada con sus fluidos, pero con su traviesa imaginación perversa pasaba de esa gruta lampiña alcanzando la base de la verga sobándola de forma sugestiva, empezando un verdadero deleite sexual, donde estarían perdidas en las embestidas, sus cuerpos eran dominados por una lujuria total. Como de costumbre el cuarto ...