1. Mi vestido de novia


    Fecha: 18/10/2019, Categorías: Gays Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... lo intentemos de nuevo. Después de muchas negativas por mi parte, cedí y el fracaso fue de nuevo rotundo, ocurrió lo mismo. Entonces ya lo mandé a chupar pollas.
    
    Quiero que te enamores de mí, y que nos casemos, vistiéndome yo de novia, porque de novio no tiene ni pizca de gracia, eso es fácil, pero te lo dejo para ti a fin de no complicarte la vida. Pero vestirse de novia para casarse es algo fenomenal y fabuloso. He probado en casa vestirme de novia, de momento tengo dos vestidos, uno largo y con cola y otro de falda corta mostrando rodillas y medias.
    
    Es muy bonito de verdad vestirse de novia; entiendo a las chicas la ilusión que les hace su vestido de novia, todo de punto en blanco. Primero me desnudo, me doy unas vueltas por el salón, coqueteo ante espejo y muevo muy graciosamente el culo. Si lo vieras…, me muevo bastante sexy.
    
    A continuación me depilo totalmente, pero todo, que cuando digo todo comprende todo, cabeza y culo, brazos y piernas, pecho y cara, axilas y pubis, todo. Me quedo mejor peladito que un bebé recién nacido. Me acomodo entre las piernas mi pene muy tirado hacia atrás y me pongo un apósito color carne muy ajustado que casi no se nota, al menos desaparece el paquete y me miró al espejo para ponerme la peluca que me han peinado a mi gusto en la peluquería de Rosa Mari, con florecitas blancas incluso. Ahí, ¡ay!, es que me veo novia, muy novia. Luego las braguitas blancas de encaje, tengo varias, pruebo dos o tres y me dejo puesta la que me hace más femenina, ya que es para ser novia. Algo muy importante es el sujetador, un brasier perforado, también todo en blanco luminoso, con un encaje precioso que contiene un relleno ajustado con adhesivo para la piel que me proporciona el tipo completo. Con esos adhesivos para la piel me ahorro los tirantes por el cuello, ya que mi vestido de novia es muy escotado. No me pongo corsé, no lo necesito para realzar el busto porque eso lo ha hecho el gimnasio y el corsé me asfixia. Así me paseo por casa como hacía mi prima Elvira cuando se casó.
    
    ¡Ay mi prima Elvira! Se siente muy agradecida de las cosas que hice por ella. En efecto, el día que se casó, tomando una idea precisamente mía, me pidió que la depilara del todo, para mí eso no fue ningún problema, porque para mí un coño, ¡psé!, ni fu ni fa. Le hacía cosquillas mientras le depilaba con todo el cuidado del mundo su pubis y tenía que esperar. Se casaba a las 7 de la tarde y a las 8 de la mañana ya me tenía ocupado. Me pidió que le dejara un triangulo en el pubis y yo triángulo que le hice, ¡faltaba más! Pero cuando fui a depilar su culito vi que tenía poco pelo y sería fácil, pero su culo apestaba como una letrina y le dije:
    
    — Elvirita, hija, tienes tu precioso culito podrido, apesta como un desagüe; tu marido se va a marear.
    
    — Y ¿qué hago?
    
    — ¿Es que nunca te ha comido el culo, chica?
    
    — Una vez comenzó, pero lo dejó enseguida.
    
    — Hija, Elvirín, es que no es para menos; eres una suertuda, mucho se ve que te quiere ...
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