1. Mi prima Vera. (02)


    Fecha: 16/10/2019, Categorías: Incesto Autor: Ronald Amundsen, Fuente: TodoRelatos

    ... sujetador de encaje fino de color negro y, tras dar una vuelta sobre sí misma, tuve el convencimiento de que se había encajado un pequeñísimo tanga que quedaba absolutamente oculto. Un poco de maquillaje a juego con el vestido, en tonos azules y unos turgentes y carnosos labios rojos. Me dejó sin palabras.
    
    V - ¿No dices nada?
    
    I - Que así no voy contigo a ningún sitio a que te buitreen.
    
    V - ¿Y qué piensas hacer? ¿Follarme? Follar entre primos está feo, ya deberías saberlo.
    
    I - Imbécil. - añadí enfadado.
    
    V- Anda tonto. Si sabes de sobra que todo esto es para ti. Al menos por hoy. - Dijo abriendo los brazos y pavoneándose.
    
    I - Jajajaja. La verdad es que estás preciosa, prima. Venga, llévame a esos sitios tan chulos que siempre me dices.
    
    V - ¡VAMOS!
    
    Salimos de casa y nos dirigimos a uno de los sitios que Vera me había comentado para cenar. El lugar estaba genial. Ers una hamburguesería ambientada en los años 50 americanos. Los bancos que había para sentarse en las mesas parecían asientos de coches antiguos y la comida al más puro estilo de la época. Hamburguesas, aros de cebolla, patatas... nos pusimos hasta arriba de comer. Cuando terminamos, nos dirigimos a un sitio más o menos tranquilo para tomar una cerveza y que bajara la cena, ya que los bares de copas empezaban a llenarse bastante más tarde. A eso de las doce y media o la una, nos dirigimos por el puerto camino de una conocida discoteca. Íbamos paseando abrazados como si de una pareja normal se tratase y nos parábamos cada pocos metros para besarnos acarameladamente.
    
    Al llegar a la puerta había una larga cola pero, dado que Vera conocía a la mayoría de los relaciones públicas y porteros de la misma, nos dejaron pasar rápidamente. Reconozco que, aún no gustándome en exceso estos ambientes, el lugar era espectacular. Tenía varias salas con ambientes diferenciados, multitud de barras y decenas de gogós bailando en unas altas pasarelas y jaulas. Acabamos en una sala en la que sonaba música latina con algunos temas de reguetón entremezclados. No me apasionaba pero era lo que le gustaba a Vera, que además tenía ganas de bailar pegada. Y así fue. Comenzamos a bailar, bueno, rectifico, ella bailaba y yo intentaba seguir los consejos de Will Smith en "Hitch", y me movía lo justo para no parecer arrítmico, y se pegaba a mí rozando cada parte sugestiva de su cuerpo. Lo mismo lanzaba su culo contra mi pelvis realizando movimientos circulares y poniéndome la verga como un mástil que se daba la vuelta y frotaba su erguidos pechos contra mí mientras se contoneaba. Llevábamos unas cuántas canciones así cuando, totalmente desatado me lancé a por ella agarrándole fuertemente el culo, atrayéndola hacia mí y comiéndome esa boca, habiendo mordisqueado previamente sus turgentes labios, y lancé mi lengua a buscar la suya que permanecía oculta. Nos besamos ávidamente, como si toda la tensión acumulada durante los últimos años tuviesen que ser liberados justamente en ese momento. Tras unos ...
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