1. Mi prima Vera. (02)


    Fecha: 16/10/2019, Categorías: Incesto Autor: Ronald Amundsen, Fuente: TodoRelatos

    ... enfrentados.
    
    V - Una mujer, no. Tu prima. - habló enfatizando las palabras.
    
    I - Cómo eres... mira, ya no está morcillona.
    
    V - No. Menudo garrote. Soy una bruja... ¡uuuuh!
    
    I - jajajajaja y bueno, veo que no hay pelito, ¿no?
    
    V - Ésto no lo conocías así¿eh?
    
    I - No.- Dije secamente mientras mi mano derecha se dirigía hacia su vulva y con mi mano izquierda la atraía hacia mi para besarla profundamente.
    
    Justo en el momento en el que nuestras bocas chocaron, mis dedos se pasearon a todo lo largo de su raja sacándole un profundo gemido. - Joder, Izan. Cuánto tiempo perdido.- Y se volvió a enganchar a mi boca mientras su mano seguía agarrando con firmeza mi polla. To seguía jugando con su más que húmeda vagina y mis dedos localizaron sin problemas su abultada pepita acariciándola suavemente. Tras unos minutos, Vera se separó de mí dándome un empujón y haciendo que quedase apoyado contra la pared. Se arrodilló ante mí y, mientras sujetaba mi verga con sus dos manos, levantó la cabeza y me preguntó si lo recordaba.
    
    I - ¿Qué? - pregunté sin saber que había dicho.
    
    V - Que si lo recuerdas.
    
    I - ¿El qué?
    
    V - Me recuerdas así. Arrodillada ante tí sujetando tu verga.
    
    I - Pues espérate... es que ha habido tantas que ahora mismo no recuerdo... - Vera me soltó un puñetazo en la pierna.
    
    I - ¡AUUUH!
    
    V - Por gilipollas.
    
    I - Ahora sí que lo recuerdo. jajaja
    
    V - Cada vez que estaba así deseaba más. Quería más. Sabía que no debía hacerlo, pero en mi interior un fuego me pedía que lo hiciera. Llego veinte años tarde, pero... ¡grrrrrrrlupssssss! - Había agarrado a Vera por la cabeza y le había metido la polla hasta donde pude. Mi prima se la sacó tomando aire. - Joder, qué rica. Ya podías haber hecho esto antes. Me hubiese hartado de polla cada vez que fuera al pueblo. - Y volvió a engullir mi verga a la que le estaba dedicando una magistral mamada acompañada de sonidos guturales, gemidos y exclamaciones. Estaba desatada y yo tenía la necesidad de frenarla mínimamente. La separé de mí, la levanté y ahora fui yo quién la apoyó con la espalda contra la pared haciendo que sacara el culo hacia fuera para que me mostrara convenientemente la ambrosía de su entrepierna. Mi mano derecha se abrió paso hasta allí mientras mi boca buscaba sus erguidos pezones que se elevaban violentamente con cada forzada respiración de Vera. Mis dedos anular y corazón se adentraron sin dificultad en aquella gruta buscando de manera diligente sus pliegues mientras mi dedo corazón atacaba sin piedad su abultadísimo clítoris que pareciera iba a salir disparado en cualquier momento. Vera se tensionó alzando más aún su pelvis y poniéndose de puntillas en tanto en cuanto depositaba sus brazos laciamente sobre mis hombros, uniendo sus manos detrás de mi cuello. Continué jugando con su suave coño durante unos pocos minutos. Al final, Vera, al igual que yo, llevaba años guardando dentro de sí misma el deseo incontrolable de ser complacida por su primo. Comenzó a ...
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