1. Con mamá es más sencillo


    Fecha: 15/10/2019, Categorías: Incesto Autor: VictoriaSG, Fuente: TodoRelatos

    ... decisión. Peor que el dolor, era pensar que yo sí me quedaría sin meterla en caliente.
    
    Cuando llegó mi madre, casi le da un infarto al verme estirado en la cama, con la cara magullada y sin apenas poder moverme. Por no contarle lo de la moto, le dije que me había tropezado por las escaleras. Ella también insistió en llevarme al hospital, pero no tenía fuerzas para nada. Preferí tomarme una pastilla para el dolor y descansar.
    
    Conseguí dormir un rato. Cuando desperté, tenía el móvil lleno de mensajes de Alan. Eran fotos del muy cabrón pasándoselo de puta madre con las chicas. Le envié un audio deseándole que se pillara la polla con la cremallera y se la tuvieran que amputar. Así de bestias éramos.
    
    Al escucharme hablar, mi madre vino a toda prisa a mi habitación. Me seguía doliendo todo, como si me hubiera pasado un camión por encima, y no me apetecía nada su exceso de atención y preocupación. No quería hablarle de malas maneras, no se lo merecía, pero deseaba estar solo. Me moría de envidia al pensar en lo bien que se lo estaba pasando mi hermano y yo estaba machacado en la cama, por su culpa.
    
    - Cariño, ¿cómo te encuentras?
    
    - Me sigue doliendo todo, pero estoy bien.
    
    - ¿Quieres que te prepare algo de cenar?
    
    - Un sándwich, por favor.
    
    - ¿Te apetece un vaso de zumo?
    
    - Vale, mamá. Gracias.
    
    Acabar con mis huesos en el asfalto me provocó mucho dolor, pero no me había quitado el apetito, y menos para uno de los deliciosos sándwiches que preparaba mi madre. Tenía que reconocer que la mujer lo hacía todo bien. Me daba pena que nuestro padre la hubiera abandonado, porque seguramente lo hizo porque no nos aguantaba a nosotros. Ella siempre fue una santa, una esposa fiel y devota. Además, seguía siendo una mujer muy atractiva que dedicaba el poco tiempo libre que le dejábamos a hacer ejercicio. Podría haber rehecho su vida, pero estaba demasiado entregada a nosotros y le daba miedo que la volvieran a abandonar.
    
    Después de cenar, mi madre se sentó conmigo en la cama, para ver la televisión un rato y hacerme compañía. No dejaba de sonar el móvil y yo farfullaba entre dientes insultos dedicados a mi hermano. Tendría que estar follando y no viendo un programa de mierda mientras mi madre me vigilaba por si empeoro. Ella era buena, pero no tonta, y sabía que mi cabeza estaba en otro sitio.
    
    - Te ha dolido más no poder salir que el golpe, ¿verdad?
    
    - Pues sí.
    
    - Sales todos lo fines de semana, no pasa nada por uno que te quedes en casa.
    
    - Pero estoy en la edad, mamá. De salir, bailar, beber un poquito...
    
    - Acostarte con chicas.
    
    - También, no te voy a mentir.
    
    - ¿Tan importante es para ti?
    
    - Ahora puedo, soy joven y gusto a las tías. ¿Quién sabe en unos años?
    
    - ¿Crees que yo podría echarte una mano?
    
    - No, no necesito a nadie para ligar.
    
    - Quiero decir esta noche.
    
    - Qué más quisiera... pero no puedo ni moverme.
    
    - Pero para eso está tu madre.
    
    - Espera... ¿qué quieres decir?
    
    - Que te relajes y ...