1. El placer de follar con mi suegro


    Fecha: 14/10/2019, Categorías: Incesto Autor: Fd, Fuente: CuentoRelatos

    ... casa en renta cerca de un peñasco y debajo unos 20 metros de la roca una playa privada solo para nosotros.
    
    La vegetación de la zona hace prácticamente inaccesible las visitas inesperadas y sólo se puede entrar a la playa por las escaleras desde de la propiedad o por la playa si vienes en bote.
    
    Estaba tirada en uno de los camastros fuera de mi habitación. Me quedé en topless aprovechando que todos se habían ido al poblado más cercano a surtir los víveres para los últimos tres días de vacaciones.
    
    Así que por primera vez en lo que llevo de vida me anime a sacar al sol mis pequeños limones y disfrutar el paisaje, me hice un par de fototetas con el pensamiento de enviarle algo picante a Esteban y de ese modo llegará a casa y me metiera en la habitación y me hiciera suya. Sí, estoy en esos días del mes donde el deseo se incrementa y las ganas no desaparecen.
    
    Tomé varias fotos desde distintos ángulos y estaba decidiendo cuál era la mejor foto para enviarla a mi marido.
    
    Casi solté el teléfono cuando la voz de mi suegro me sugirió enviar las últimas dos.
    
    Sentí que la cara me ardía de la vergüenza y me tape por instinto con una de mis manos mientras buscaba la toalla más cercana para cubrir mi desnudez.
    
    Cuánto tiempo llevaba ahí? Será que Esteban también vio mi sesión de fotos casera?
    
    Y mi suegra y cuñada? Que vergüenza me dio.
    
    En medio de todos estos pensamientos solo atine a decir:
    
    —Lo siento señor pensé que estaba sola.
    
    —No te preocupes Saira disfrute mucho el espectáculo. Ya te he dicho que me digas Pepe como todo el mundo.
    
    No te quería asustar. Me quedé en casa para evitar que te quedes sola, pero creo que mejor debió quedarse mi hijo.
    
    Aquí estamos solos, una idea llegó a mí y creo que a él también. Lo notaba es su mirada. Me veía igual que Esteban cuando tiene ganas de sexo.
    
    Sucedió en un segundo
    
    El abrazo
    
    El beso
    
    Las caricias
    
    Sus labios sobre mi boca
    
    Su boca recorriendo mi cuello
    
    Su mano tocando mis tetas ya duras y erectas ante su contacto.
    
    Esteban nunca hace eso. Estoy rendida ante mi suegro con tan solo unas pocas caricias…
    
    Metió su mano por debajo de mi pequeño traje de baño y no me negué, yo también esperaba sus caricias deseaba que notará mi humedad que en realidad era suya.
    
    Sus dedos la sintieron de inmediato y una sonrisa llena de morbo llegó a su boca
    
    Acercó su boca a mi oído y preguntó.
    
    —¿Puedes correrte en menos de un minuto?
    
    Esa sola pregunta me puso en modo perra y me deje llevar.
    
    Cerrando los ojos por sus caricias dije:
    
    —No lo sé.
    
    Luego obediente y cómplice sonreí y abrí los ojos de nuevo.
    
    Me quito la toalla que cubría mis senos. Cuando mis tetas estuvieron libres de nuevo, las miró sin dejar de jugar con sus dedos entre mis piernas, un par de pezones rosados estaban esperando por sus besos que no demoraron. Con una mano los acuno uno para luego llevarlos a su boca: besaba, chupaba, succionaba.
    
    Todo fue maravilloso, caliente e ...