1. Al acabar la jornada de trabajo iii


    Fecha: 31/03/2019, Categorías: Infidelidad Autor: perenquen, Fuente: TodoRelatos

    ... profunda, hasta el punto de que, ante el contante machaqueo del glande contra la paredes del útero, llevaron a la mujer a alcanzar rápidamente su primer orgasmo.
    
    Oh Rosendo me vengo oo si.. osiii sigue dándome caña oooo
    
    Pero Rosendo, en ningún momento dejó de penetrar el coño de aquella mujer, pese a que la misma se mantenía convulsionándose. Al contrario, una y otra vez, la perforaba con mayor intensidad, logrando que, casi al unísono, volviera alcanzar un segundo orgasmo.
    
    Tras dejar que la mujer se recuperara, Rosendo salió del coño de aquella, y luego, procedió a colocarse boca arriba sobre la cama, mostrándole a la compañera su enorme mandinga. La mujer al verlo, estirado boca arriba sobre la cama, con aquel sable en vertical, exclamo anonadada:Oh joder Rosendo, ¡la tienes como un verdadero mástil! Miró morbosamente hacia el espejo, y no se podía creer que aquel falo le hubiera entrado en su totalidad.
    
    En ese momento, escucha como el hombre le dice: ¿te gusta mi pene? ¿verdad preciosa?... Tanto te gusta, que seguro que “ahora mismo tiene ganas de subirte sobre mí y clavártela todita” …. ¿A que esperas?, … ¡Anda sube y cabalga de nuevo a este macho!
    
    -Ya… ¡Lo que quieres es reventarme! ¿No entiendo cómo me puede entrarme todo eso? Le contestó la mujer viendo la tremenda herramienta del aquel mandingo.
    
    Presa de una morbosidad extraordinaria, la mujer se olvidó de todos sus prejuicios y miedos, y subiendo sobre el cuerpo del hombre, se fue sentando, acercando su vagina hasta situarla justo encima del pene, clavándose éste hasta la empuñadura. Dado su buena lubricación tras los dos orgasmos anteriores, le entró sin apenas dolor, por lo que al instante comenzó a subir y bajar, ayudado igualmente por Rosendo, quien la impulsaba hacia arriba, tomándola por sus desnudas nalgas.
    
    Ambos llegaron a verse reflejados en el espejo, y en cierto sentido, la morbosidad de aquella imagen los llevó a mostrarse más receptivos, empleando todas sus energías en aquel polvo.
    
    Resultaba alucinante contemplar al tremendo semental blanco estirado sobre la cama, boca arriba, mientras era cabalgado por la joven casada, quien aparentaba una pequeña adolescente echada sobre el mismo, dada su escasa corpulencia y altura.
    
    Rosendo, en un momento dado, la tomó por las nalgas, y encogiendo y elevando sus piernas, elevó igualmente el cuerpo de la mujer, manteniéndola en alto, para, en esa posición, comenzar a perforar sin piedad el coño de la mujer, metiendo y sacando su enorme nabo a una velocidad vertiginosa. Esa penetración fue de tal entidad, que parecía querer reventar el estrecho e inflamado coño de aquella mujer.
    
    -oh me vas a matar… oh nooo oooo para oooo
    
    Pero Rosendo, estaba tan excitado con aquella hembra, que deseaba follarla de mil maneras. Por ello, la hizo girar, colocando a la mujer mirando hacia sus pies, sin sacarle el nabo del coño, y volviendo a tomarla por sus nalgas, la elevó completamente en alto, quedando todo el cuerpo de la ...
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