1. Al acabar la jornada de trabajo iii


    Fecha: 31/03/2019, Categorías: Infidelidad Autor: perenquen, Fuente: TodoRelatos

    ... comenzó a propinar pequeños lengüetazos a lo largo de los labios vaginales de la compañera de trabajo, para irse acercando más, pasando su lengua por el interior de la raja vaginal, compaginando intensas lamidas de arriba abajo, con algunas succiones de sus partes más erógenas, como el clítoris:oh, Rosendo, ¿qué me haces?… oh ¿me los vas a comer?… oh si joder…. Sigue …...
    
    Era la primera vez que aquel semental le comía el coño, y, aunque su esposo también lo hubiera hecho en alguna ocasión, pudo comprobar que la enorme lengua del compañero de trabajo le producía unos escalofríos que nunca había percibido. Por otro lado, la larga lengua de Rosendo al su pasado arrastraba un sinfín de sensibilidades que aumentaron su ya manifiesta excitación.
    
    El hombre se tomó su tiempo, saboreando y lamiendo aquella deliciosa panocha, levantando gemidos y suspiros a la compañera de trabajo, hasta que contempló que comenzaba a mostrar síntomas de querer alcanzar el clímax. Inmediatamente se detuvo, ya que no quería que se corriera en su boca, necesitaba clavarla. Por ello, colocándose entre medio de los muslos de la mujer, acercó su enorme instrumento hasta depositarlo a la entrada de la vagina. La mujer lo miro como suspirando, ansiosa, a la espera se sentir su estocada.
    
    El hombre se volvió a tomar unos minutos, pasando su pene por los labios vaginales, embadurnando el mismo con los jugos vaginales de aquella, para facilitar la penetración. Tras ello, inició la misma. Mientras la comenzaba a penetrar, tomo las piernas de la mujer, obligándola a flexionar las mismas, las cuales quedaron recogidas sobre el propio vientre de la mujer. En esa posición, la vagina de Rebeca, así como todo su trasero, quedó a la total disposición de la herramienta del hombre, quien de dos estocadas, la terminó de clavar totalmente: ¡Oh despacio …!. Oh, Rosendo … me abres… ohh
    
    Rosendo, ya dentro de la mujer, se recostó un poco sobre aquella, haciendo que, con el propio peso de su cuerpo, ensartara más profundamente su falo en la cueva vaginal. La mujer abrió la boca como buscando oxigeno ante aquella tremenda estocada. Se sentía llena, se asfixiaba. Ante ello el hombre comenzó a besarla en la boca, para luego ir bajando por su cuello, hasta alcanzar los endurecidos pechos, los cuales inmediatamente devoró con autentica lujuria, haciéndola gemir aún más, sin parar de bombear su daga con gran poderío. Rosendo continúo clavando su herramienta hasta la misma base de sus huevos, para volver a sacarlo, casi en su totalidad, y nuevamente volver a calvarla, y así sucesivamente.
    
    -oh Rosendo .. oh me vas a reventar ooo siiiii … ¡me abres totalmente ..oo
    
    Rebeca, agitada, contempló la imagen de ambos cuerpos reflejada en el espejo, observando incrédula como su pequeño cuerpo se encontraba a la merced de aquel tremendo semental, el cual poseía una corpulencia extraordinaria, que la penetraba en plan misionero con gran energía. La penetración de aquel semental estaba siendo bastante ...
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