Queriendo follarme a mi prima - Relatos Eróticos

Queriendo follarme a mi prima

... menos oportuno.

Tómanos la merienda rápidamente, con la intención de seguir con nuestro“juego”, cuando mi tía resolvió que ya era tarde y tenían que irse. Nos miramos con mi prima, con cara de desilusión, le di un leve beso en los labios, cuando nos despedimos.

Volvió a pasar bastante tiempo, hasta que regresaron una mañana, me puse loco de contento, cuando las vi, más bien cuando la vi a mi prima, que su aspecto de niña, lo iba perdiendo notándose lo bien que se venía desarrollando. A pesar de la vigilancia de su madre, logramos irnos al quincho, a continuar con lo suspendido en aquella oportunidad.

Esta vez comenzamos a besarnos, que después de un contacto apasionado de nuestros labios, intente levantar su pollera, que trato de impedir que lo hiciese. Volví a tratar nuevamente de hacerlo, pero me contuvo, así sucedió durante un rato, terminando preguntarle:

“Pasa algo, Sofi”

“No, nada”

“Por qué me detienes?”

Poniéndose toda colorada me dice:

“Es que me ha venido” Bastante ignorante por mi parte, le contesto:

“Que es lo que te vino?

“Me vino la regla, primo” Sonriéndose, sin quitar el rojo de sus mejillas.

“Oh, perdón” Solo atine a abrazarla, como si esto fuese una desgracia, estar con menstruación.

No sé qué me paso, pero no intente volverá besarla, no porque me diese repulsión, sino como respetándola por su estado. Continuamos hablando, jugamos a las cartas, sentados sobre la alfombra, que después de un rato, comencé a observar sus piernas, que, dada su posición, se podía observar parte de su bombacha. Algo que comenzó a alterar mis hormonas, pero sin llegar a intentar algo.

Fue evidente que mi prima, se percató de mi observación, que no hizo nada para taparse, sino lo contrario abrió algo más sus piernas, dejando ver, abiertamente su prenda. A lo que inmediatamente mi erección se fue acentuando, cuando me dice:

“Quieres ver mi cicatriz”Contestando inmediatamente, lleno de entusiasmo con un, sí.

Parándose mi prima, subiendo su pollera, arrodillándome a su lado, tocando esa huella de su operación, pasando mi dedo sobre la misma, hasta que intente bajar su prenda, impidiéndomelo, diciéndome:

“Me da vergüenza, que me veas así”

“No, te avergüences es algo natural, me agradaría ver”

Se quedó un rato quieta, cuando se la bajó un poco, ayudándola a llevarla hasta sus tobillos, observando alucinado su sexo, de donde colgaba como un hilo, suponiendo que era el elemento para extraer el tampón adsorberte.

Comencé a besar esa zona, su pubis, acariciando sus piernas intentando separarlas para tocar su virginal raja, cuando repentinamente las cerró, irse corriendo al baño, sin entender que le había sucedido, al regresar traté de indagarla, pero no me explicó que le había pasado.

Casi un año después o bastante más, mi madre me comunica que vendría Sofí, para realizar un viaje a Córdoba, junto con su madre, me pareció fantástica la idea. Cuando a pocos días del viaje, me entero que mi tía no podía ...