El salido de mi hijo - Relatos Eróticos

El salido de mi hijo

... miembro, ya no era la colita de niño, delgada y pequeña que le había visto y tocado tantas veces, no penséis mal en ello, no es eso. No voy a decir que al verla ya en plena madurez no me dejó impactada, claro que me dejó, aunque no quería reconocerlo me costaba sacarlo de la cabeza, yo solo había tenido relaciones con mi marido y conmigo misma jeje. por todo ello tuve que hablar con él, era algo enfermizo tener su polla dentro de mi cabeza, hasta un día estuve a punto de decirle a mi marido que le diese dinero para una puta o algo así, si es que no tenía alguna amiga donde pudiese desahogarse, es bastante atractivo pero creo que algo tímido con las chicas, no conmigo claro.

Durante una temporada pareció que mi conversación con él había dado sus frutos, dejó de hacerlo y pensé en ello como algo pasajero que no se volvería a remitir. Pero nada más lejos de la realidad, en poco tiempo empezó de nuevo, me dejaba las sábanas completamente manchadas con el semen de sus corridas y no tenía ningún pudor en andar en ropa interior por la casa cuando yo estaba sola. Y no era eso lo peor, si no que de su calzoncillo salía un bultazo de miedo, iba empalmado siempre, incluso la mayoría de las veces asomaba algo la cabeza de su polla por encima del calzoncillo.

Para él parecía algo de lo más normal, hablaba conmigo como si tal cosa y empujaba sus caderas hacía delante para hacer resaltar más su polla empalmada. Me costaba horrores no ver para abajo directamente a su paquete, no es que quisiera algo con mi hijo, dios me libre, pero me costaba bastante la verdad retirar la mirada, tanto que a veces ni me enteraba de que estaba mirando fijamente la puntita de su hermosa polla mientras le hablaba.

Tengo que confesar que poco a poco sin darme cuenta y sin poder evitarlo me fui acostumbrando, o mejor dicho me acostumbro él el muy salido y desgraciado de mi hijo. Follaba con mi marido y me acordaba de mi hijo, tenía unos orgasmos tremendos por su culpa y me hacía sentir muy pero que muy mal y muy guarra , cerraba los ojos y fantaseaba que era mi niño el que me estaba penetrando y que era yo la que lo había desvirgado, incluso a veces que me dejaba preñada , me masturbaba también bastante a cuenta del, llegó a ser mi única fantasía cuando me daba placer .

Mi marido me preguntó si nuestro hijo seguía haciendo el tonto conmigo, no se porqué le mentí, le dije que no, que ya no lo hacía, cuando era todo lo contrarío, ya que lo hacia más que nunca. Pero yo me sentía culpable porque me empezaba a gustar, me hacía sentir más mujer, más sexy y deseada, no se como explicarlo, y lo oculté por que me gustaba.

Yo ya estaba tonteando con mi hijo le empecé a seguir el juego ya hacía algún tiempo, eran nada más que juegos sin animo de querer nada, que me servia luego amí para masturbarme bien a gusto. Jugaba y flirteaba con él y me gustaba encenderlo y pensar que se masturbaba a mi cuenta, yo me ponía muy cachonda con todo ello y me masturbaba incluso varias veces al ...