1. Acabar y empezar años con cuernos.


    Fecha: 02/10/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: CARTUZ, Fuente: TodoRelatos

    Este año la fiesta de fin de año iba a ser de la siguiente manera, para no estar enfrascado en la cocina, se había reservado con antelación la cena en un hotel. Solo faltarían dos personas que el 27 se contagiaron de COVID. Después con tranquilidad nos trasladaremos a mi casa donde estaba todo preparado para una buena fiesta. Judith no podía acudir, no por falta de ganas o que no quisiera, era por motivos profesionales de última hora, un par de bajas imprevistas y le tocaba el marrón de comerse trabajar el fin de año. De todas maneras, la compensaría porque como tengo una mente “perversa” ya había planeado algo y le haría una propuesta. En la cena íbamos a coincidir con más personas conocidas, aunque cada uno iría a su aire en grupos distintos.
    
    El día 25 Judith se fue a Alicante con sus padres y regresaría el día 30. Como me quedaba terminar de apuntalar algún proyecto y Victoria se había ido unos días, me quedé en Valencia para no distraerme en nada. En el campo se quedó Ray con Daniela y ÁlvaroconMarcella. Álvaro y Ray se llevaban muy bien, pero Marcella y Daniela no se habían caído nada bien, casi no se habían dirigido la palabra. Estos días me costó hasta encontrar tiempo para hacer mi deporte diario. A ultimísima hora Judith se descolgó de la cena, no por voluntad propia, tuvo que trabajar esa misma noche y la verdad que no me hizo mucha gracia.
    
    Lo previsto es cenar y tomar las uvas en un hotel, quedarnos un poco en la fiesta que organizan y después ir a rematar al campo. Como es lógico y normal, en esa cena había distintos grupos, que casualmente sabía que en dos de ellos iba a haber gente conocida, pero nosotros a nuestro rollo. Quedamos en el hotel y yo antes, que ya me había informado de con cuantas personas trabajaría Judith esa noche, me acerque con todo lo necesario para esa noche, no les faltarían provisiones. Al verme Judith además de sonreírme me dijo... “Eres tonto, no hacía falta que...” y la interrumpí dándole un beso en la boca, se puso colorada como una niña pequeña, lo que me hizo mucha gracia. Luego me marché al hotel.
    
    Los de mi grupo ya estaban sentados y de un grupo que estaba pegado al nuestro, me encontré con uno que conocía y que si me hubieran dado a elegir no hubiéramos estado tan cerca. Se llama Roberto y digo conocido, porque profesionalmente hemos tenido varios contactos y es un ególatra, para mí su narcisismo es de los más grandes que he visto en una persona y siendo su estupidez destacable. Al vernos lo primero que hace es con su aire de suficiencia, presentarme a su familia. Esposa, padres, suegros e hijos, todos con una cara de “alegría” que daban pena.
    
    De su familia no conocía a nadie, la mujer estaba muy bien y aunque suene mal, es la típica persona ya sea hombre o mujer, que no están bien follados en la vida (Eso se ve en la cara, sus gestos, sus miradas). En este caso era una mujer. De cara no es que fuera fea, es que era una cara tristona, como ocurría a sus hijos. Los suegros con cara de ...
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