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Una semana de mucho placer con mi querida suegra ( III Parte )
Fecha: 01/10/2019, Categorías: Hetero Masturbación Autor: Pepitito, Fuente: SexoSinTabues30
... despacio comencé el movimiento de meter y sacar, los gemidos de Carmen me acompañaban y dándome más impulso. Con una mano alcancé su raja y le acaricié el clítoris para darle más placer. Así estuvimos varios minutos más porque la tensión acumulada era muy grande y no la podíamos aguantar más. Lo que vino de inmediato fue una descarga brutal que lance dentro de esa vagina y que fue respondida segundos después por un orgasmo total de mi mujer. Sus gritos apenas apagados por la almohada se unieron a mis gemidos. Seguramente mi suegra los oiría, lo cual aumentaba mi excitación. El polvo consumado había sido y ambos nos derrumbamos en la cama tomados de la mano. Cuando pudimos recuperar el aliento me dijo. … Me hiciste gozar como cuando éramos novios, estuviste bárbaro. Ahora me quedo tranquila porque en un momento de mi viaje pensé que por ahí te buscabas un reemplazo. … Que dices? Dónde voy a encontrar una mujer como vos. Sos única…mintiendo piadosamente. … No sé, por un momento pensé que tal vez no podrías aguantar tantos días. … Me parece que haber resistido la tentación se recompensa con este momento que estamos viviendo ¿no te parece? seguí mintiendo. … Totalmente… ahora descansemos un ratito y seguimos ¿no? … Por mí toda la noche… dije Nos quedamos callados por rato. Carmen no aguantó tanto tiempo quieta y comenzó a acariciar mi pecho jugando con mis tetillas. De a poco fue bajando su mano hasta apoderarse de mi falo, que al recibir sus caricias comenzó a recuperar energía. Se acercó a él y llevándolo a su boca comenzó a dar lamidas y chupadas que rápidamente le dieron nueva vida al instrumento. No hay dudas que para eso valía mucho su experiencia. … Me gusta tanto y por eso lo extrañé mucho…dijo … Y él a ti. … Ves cómo le gustan mis caricias, ya está tieso otra vez…dijo orgullosa de su faena … Parece que quiere volver a sentir la grata sensación de estar dentro de tuyo. … Yo lo recibo con mucho gusto, me gustaría que me lo hagas por la entrada de atrás. ¿Quieres? Hace tiempo que no lo hacemos así y casi se me olvida esa hermosa sensación. … Me encanta. Ya que lo quieres, será así, tienes que ponerte en posición. No me dejó terminar de hablar, y sabiendo la pose que a ambos nos gusta, se puso de espalda, se tomó sus piernas por debajo de las rodillas levantándolas. De esa forma su vagina y esfínter quedaron en posición, solo que ahora le tocaba el turno al chiquito. Unté mi verga en los jugos de su vulva y la apoyé en el agujero. Hice presión para tantear la resistencia, aunque sabía que el ano de Carmencita, ya acostumbrado a las dimensiones de mi falo, cedería rápidamente. Así fue. Lenta e inexorablemente fue ganando espacio dentro de su recto. Yo sentía como siempre la presión que mi esposa hacía con sus músculos para que ambos tuviéramos mayor deleite. Por fin llegué a fondo de mis posibilidades. La tomé de sus caderas y me dispuse al embate. Carmen me miraba y con sus ojos me decía que estaba ...