1. Una semana de mucho placer con mi querida suegra ( III Parte )


    Fecha: 01/10/2019, Categorías: Hetero Masturbación Autor: Pepitito, Fuente: SexoSinTabues30

    ... sesenta y nueve? lo dijo a sabiendas que esa era una de las poses que más nos gustaba a ambos.
    
    … Si mi amor. Yo también quiero disfrutar de tu conchita, que me parece que también merece su parte.
    
    Ese sesenta y nueve fue memorable. Aún hoy cuando lo recuerdo me pongo al palo. Ella se montó arriba mío como lo hacíamos siempre, poniendo a mi disposición sus dos agujeros, mientras se adueñaba de mi falo con las dos manos para hacerme una suave paja, mientras se llevaba el glande a la boca para chuparlo. Su experta lengua empezó a lamer todo el recorrido de mi pene y también mis testículos. Iba y venía en un movimiento constante que poco a poco me iba llevando a la gloria. Cubrió mi falo con innumerables besos y lamidas, y también algún mordisquito, mientras sus manos seguían en un sube y baja constante. Realmente era una experta haciéndolo.
    
    A pesar del enorme placer que estaba recibiendo, yo no me quedé quieto. Debía y quería responder a sus caricias, aunque primero me detuve a admirar lo que tenía a mi vista. Sus nalgas suaves como piel de bebé se curvaban hacia abajo y separadas por mis manos, me ofrecieron el paisaje de sus dos agujeros. Su esfínter de color marrón claro lucía fruncido y apretado, más abajo su vulva impecable me mostraba sus labios externos apretados como invitándome a abrirlos. Lamenté no tener mi celular a mano para tomar fotos de ese espectáculo singular.
    
    Mientras Carmencita seguía con todo empeño jugando con mi virilidad, sabiendo de sus gustos comencé por comerle el apretado ojete, lo besé y lamí en repetidas ocasiones. Con mi traviesa lengua penetré levemente su agujero mientras escuchaba que con sus gemidos mi esposa me indicaba de su beneplácito por mis caricias.
    
    Después de haber disfrutado de su apretado ano, pasé a regodearme con su vagina. Mientras mis manos seguían separando sus nalgas, mi boca buscó meterse en el delicioso agujero. Creo haber confesado mi fama de comecoños por el gran placer que logro cuando disfruto de uno. Mi lengua en permanente movimiento, empezó a recorrer el interior de esa sabrosa vagina buscando los sitios más ocultos. Después de unos minutos me ocupé de sus clítoris. Lo noté más hinchado que en otras oportunidades y comencé a lamerlo y chuparlo hasta que sentí que Carmen se derramaba en un orgasmo que me bañó boca y cara.
    
    …Que rica mamada Papi, me hiciste acabar muy rápido. Pero ahora quiero que me la metas por favor. Fueron muchos días de abstinencia y no aguanto más…me dijo en tono suplicante
    
    … Y yo muero por entrar en esa cueva mimosa…dije tomando mi verga al palo y disponiéndome para la faena.
    
    … ¿Te gustaría hacerlo en plan perritos? Así puedes metérmela toda qué es lo que quiero y me gusta…me dijo en tono suplicante
    
    … ¿Así que quieres ser mi perrita? Pues entonces ahí vamos
    
    Se colocó en posición y yo blandiendo mi verga que estaba completamente dura de la excitación que tenía, empecé una penetración lenta. Quería gozar de cada milímetro de su vagina. Muy ...