1. Una semana de mucho placer con mi querida suegra ( III Parte )


    Fecha: 01/10/2019, Categorías: Hetero Masturbación Autor: Pepitito, Fuente: SexoSinTabues30

    ... mentir en absoluto.
    
    … Me compré estas prendas pensando que gustarían para esta ocasión. Espero que no me defraudes papito.
    
    Viendo mi estado de alucinación, Carmen comenzó a pasearse por el dormitorio luciendo su espectacular cuerpo vestido para el amor. Yo la seguía con la mirada mientras su cuerpo se contorsionaba haciendo un strip tease. Las prendas que se quitaba, realmente pocas, me las arrojaba provocándome con la mirada. Viéndola completamente desnuda mi calentura llegaba al máximo. Miraba sus tetas turgentes y su hermoso culo y me parecía que esta más linda que nunca.
    
    … Ven mamita, ven aquí que si pasa un segundo más sin tenerte a mi lado me muero… dije tomándola de un brazo trayéndola hacia mí en la cama.
    
    La abracé fuerte y busqué sus labios para fundirnos en un beso largo y profundo que duró un largo rato. Me aparté un poco de ella para contemplarla. Tendida en el lecho parecía una versión actual de la Maja Desnuda. Su melena lacia y rubia enmarcaba un rostro muy bello en donde sus ojos azules brillaban expectantes. Y qué decir de su cuerpo, no encuentro ahora las palabras para describirlo cabalmente. Unas tetas del tamaño que a mí me gustan, ni tan grandes ni tampoco pequeñas, turgentes coronadas por pezones duros, piernas largas que en su vértice mostraba una vagina pulcramente depilada. Le pedí que girara y me mostrara su cola. Realmente era una pintura ese culo, redondo como un durazno con cachetes que provocaban morderlos de tan bellos.
    
    Mientras me calentaba viendo ese cuerpo que sabía mío, me preguntaba si no había sido un canalla metiéndole los cuernos con su madre y la amiga de ésta. Miraba ese cuerpo casi perfecto y no podía dejar de comparar con mis maduras conquistas. Éstas habían sido un buen tentempié, pero el plato fuerte era el que me iba a comer en ese momento.
    
    No aguanté más y me lancé a gozar. Por un momento dudé, no sabía cómo empezar, pero sus tetas me apuntaban como pidiendo mi atención. Y allí fui. Las tomé en mis manos mirándolas como si fuera la primera vez que las tenía mi disposición, para luego llevármelas una y otra vez a mi boca para besarlas y chuparlas. Los pezones parecían dos pitones por lo duros que estaban y también recibieron mis caricias bucales. Estaba como enloquecido gozando de ese par de tetas, mientras Carmencita me tomaba la cabeza jugando con mis cabellos.
    
    … Huy, mmmm, que le pasa a mi maridito que está tan efusivo con mis chichis.
    
    … No sé qué me pasa, pero las veo más bellas que nunca, con esos pezones que me invitan a morderlos. ¿Puedo?
    
    … Si mi amor, pero no muy fuerte por favor.
    
    Y seguí mamando un largo rato, hasta que sentí que Carmen se apoderaba de mi verga y me decía
    
    … Cuanto extrañé mi juguete preferido que siempre me llena de goce y me inunda con su lechita. Quiero tenerlo y acariciarlo ¿me dejas?
    
    … Ya sabes que puedes hacer lo que quieras con él, ¿aunque porque no nos acomodamos y cada uno juega con el sexo del otro?
    
    … ¿Me estás proponiendo un ...
«1234...»