1. La Vecina


    Fecha: 30/09/2019, Categorías: Fantasías Eróticas Fetichismo Incesto Autor: Delfin, Fuente: SexoSinTabues30

    ... demasía, ya no podía disimular, la tenía parada frente a ella.
    
    Mami te besa allí, ¿no?
    
    Dijo Rita señalándome.
    
    ¿Y vos como sabes?
    
    ¡Eh! Bueno… una vez los vi.
    
    Cuando, nos viste.
    
    Una noche, que dejaron la puerta entreabierta. A mi mama le gustaba mucho besarte.
    
    Ella lo hace muy bien y a mí me gusta mucho cuando me lo hace. ¿Y que más viste?
    
    Cuando, mama se tomaba toda tu leche. Me enseñas a hacerlo.
    
    No sé, que pensara tu mama.
    
    Ella me contó una vez.
    
    Que te contó.
    
    Una vez, cuando yo estaba por dormirme, mientras le chupaba el pecho a mama, porque vos sabes que, aunque ya no tenga leche, a mí me gusta dormirme, como cuando era chica.
    
    Si lo se.
    
    Bueno, también me contó que, a los hombres, le sale leche como la de la teta de las mujeres.
    
    Me pare frente a ella, su vista se había fijado en la cabeza de mi pija.
    
    Bueno, te voy a enseñar… Pone tu mano izquierda acá, así… Como sosteniéndome los huevos, ves sentirlos entre tus dedos, despacito… así ves… así.
    
    Está bien así.
    
    Bien ahora, con la otra mano, tómame como lo viste hacer a tu mama, pero así acá debajo de la cabeza, ves. Así.
    
    Ahora, despacito, pero sin dejar de mover la manito, para atrás… así. Y para delante.
    
    Así está bien.
    
    Si mi amor, ahora, ves la cabecilla que está seca, pásale la lengua y deja tu saliva, así ponerle mucha saliva para que pueda correr bien la pielcita ves. Como la sentís.
    
    Esta dura, muy caliente.
    
    Ahora métetela toda en la boca y con la lengua acaríciame la cabecita, así moviendo las dos manos.
    
    Después de eso no tuve que decirle nada más, en realidad no sabía si lo había aprendido de verla a la madre, o es algo, que ciertas mujeres lo llevan incorporado, en sus fibras más íntimas.
    
    Rita se prendió a mi pija con una pasión y dedicación inusual, para su edad.
    
    Así está bien, te gusta. Lo hago como mama.
    
    Si me encanta linda.
    
    Quiero, aprender a hacerlo como mama.
    
    ¿Cada vez lo vas a hacer mejor, sabes?
    
    La dedicación era tal, que las gotas de saliva caían estrellándose en el piso del baño. Trataba de prolongar el momento antes de llegar al orgasmo, pero me era casi imposible.
    
    ¿Osvaldo, me ves a avisar?
    
    De que, mi amor…
    
    Cuando te salga la leche.
    
    Sí. Pero no me llamas Osvaldo, sabes.
    
    Cuando estemos en casa, ya te dijo mama que me puedes llamarme papa.
    
    Sobre todo cuando papi te esté enseñando a mamarla, como tu madre.
    
    Bueno, perdóname, no te enojes, papi, te la estoy mamando bien.
    
    Así si, ya pronto, me va a salir la leche, cuando yo te diga, me va a salir…
    
    Vos tienes que mover más rápido la mano, así sale más.
    
    Me la puedo tomar papi.
    
    Tu mama, se la toma todita y espero que vos hagas lo mismo.
    
    Así, mi amor mas fuerte… me viene, chúpala, Rita chúpala toda…
    
    Desde su posición, sus ojos me miraban, como queriendo adivinar mis reacciones, y sintiendo el resultado de lo que ella me estaba haciéndome.
    
    A todo esto su otra mano había dejado de acariciar mis huevos y la tenía ...
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