1. La Vecina


    Fecha: 30/09/2019, Categorías: Fantasías Eróticas Fetichismo Incesto Autor: Delfin, Fuente: SexoSinTabues30

    La vecina I
    
    Una de mis ultimas pasiones es mi vecina, el fondo de su casa coincide con mi fondo, en el cual tengo un pequeño taller donde hago las reparaciones hogareñas que siempre surgen.
    
    Ella es una mujer viuda y con costumbres antiguas, con una hija de años a la cual viste con vestidos de la década de los cincuenta. Ella es muy recta y austera, jamás una palabra indebida y también sus costumbres de reflejan en sus vestidos, porque jamás la vi llevar pantalones. Pero sus ropas, dejan entrever una figura bastante deseable y cómo todo lo oculto despierta mas interés, ella siempre me gusto pero cómo ya dijeanteriormente, su carácter era un factor que me alejaba.
    
    Todo comenzó un día al volver de trabajar, en la estación central del ferrocarril. Ella se encontraba con su hija en el andén y al pasar me saludo, entonces decidí acercarme a ella, cómo buen vecino que soy.
    
    Hola, qué tal, vecino.
    
    Qué tal, ¿de regreso a casa?
    
    Sí y muy cansada.
    
    Al entrar en el vagón seguimos charlando y entre palabras me contó, que su cansancio se debía a que todos los días, el mismo trajín después de un día agotador de oficina, también tenía que pasar a buscar a su hija porla escuela y recién desde allí emprender su regreso a casa.
    
    Ambos compartimos recíprocamente las penurias de nuestros empleos. Yo por mi parte le conté que instalé el fin de semana pasado una pileta en el jardín de mi casa.
    
    El tren no había llegado a su primera parada cuando se apagaron las luces internas del vagón, era algo que ocurría siempre y a la cual todos estaban acostumbrados, sin dejar por ello de molestar a todo el que viaja, las causas siempre fue un gran misterio de la ingeniería de ese ferrocarril, pero era lo mejor en rapidez para llegar a la paz del hogar, pues en micro es el doble de tiempo.
    
    Fuimos parados apretujados cómo es sabido, por ser hora pico en la que todos regresan de sus trabajos. En la oscuridad seguíamos hablando, por la cantidad de gente yo había quedado a un costado de ella y detrás de su hija.
    
    Con el vaivén del vagón en movimiento, la colita de su hija fue quedando apoyada sobre mi verga que, al sentir la rayita de su pequeño culito a través de su vestido, se me había parado. Seguí conversando con la madre tratando de disimular lo que me estaba sucediendo en mis pantalones, mientras trataba de verificar si la nena se daba cuenta de lo que sucedía.
    
    Después de que el tren volvió a tomar velocidad al dejar una nueva estación, yo me pegaba más a su colita, sin que ella diera a denotar alguna incomodidad por mi proceder, eso me alentó cada vez más, tanto que notaba que su vestidito se le hundía en la rayita de la cola. Ella no oponía resistencia ni siquiera se corrió un poco para evitar mi contacto. Totalmente excitado continuaba intercambiando palabras con su madre a la cual también quería descubrir su punto débil, detrás de esa personalidad severa y algo moralista.
    
    Pasado unos instantes decidí jugar una carta para corroborar la ...
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