1. La Vecina


    Fecha: 30/09/2019, Categorías: Fantasías Eróticas Fetichismo Incesto Autor: Delfin, Fuente: SexoSinTabues30

    ... nadie, salvo a mí que soy tu mama.
    
    Si mami.
    
    Te mojaste la conchita.
    
    Si mami un poquito mira.
    
    Te gusta cuando se te pone así, no mi vida.
    
    Ahora vamos a lavarnos bien el tajito las dos, las dos estamos un poco sucias por el flujito que nos sale a nosotras las mujeres, sobre todo cuando nos tocan los hombres. Nos tenemos que lavar bien adentro mi amor.
    
    Al imaginarme cómo la madre enjabonaba a la hija y se hacía lavar la concha por su hija, no pude más y descargue todo mi liquido sobre la pared.
    
    Los días siguiente, solo tenía una cosa en mente, encontrarla nuevamente, en el tren y poder invitarla algún lugar, cómo para poder conocerla mejor. Todos los días la busqué en la terminal, sin poderla encontrar, hasta que al fin un viernes la vi en el andén con su hija, puse cara de sorpresa y le manifesté lo agradable de viajar con alguien con quien hablar, pues se va haciendo el trayecto más corto y llevadero. Ella con gusto me saludo, y al pasar me comento que en la semana también le extraño que no nos hallamos cruzado. Matilde fue a comprar los boletos y yo me quede con Silvia conversando. Que hermoso vestidito llevas hoy. Me alegra que te guste, mira atrás tiene botones en la cola y mama también me dejo ponerme una bombachita nueva que me compro. Yo me sorprendía lo inocente que era, como hacia para obtener lo que le gustaba. Y de qué color es. Es de color rosa viejo y muy suavecita. Quieres verla. Allí me puse nervioso, y mirando para todos lados, no aquí no… no, linda. Fue la madre, la que me salvo del incomodo, pero excitante momento.
    
    Al llegar el tren subimos y cómo siempre parados y a oscuras, cosa tan normal que no hubo comentario de ello en la gente.
    
    Mientras hablábamos y por los vaivenes me tome el atrevimiento de tomarla por la cintura, cómo haciendo equilibrio y esperando su reacción. Ella poniendo su mano sobre la mía me aconsejo y mostrando su agrado.
    
    No te vayas a caer, que aquí no se ve nada.
    
    Gracias Matilde.
    
    Durante el viaje note que Silvia su nena, se fue acercando a mí, hasta quedar otra vez cómo la anterior de espalda a mí, siendo esta vez adrede el quedar así, esperando mi reacción, la que no se hizo esperar, no sin volver a sorprenderme por la poca edad de la chica y su interés por volver a sentir las mismas sensaciones del viaje anterior. Mayor sorpresa me dio la madre cuando le dijo a su hija.
    
    Silvia ven acércate más a Osvaldo, no te alejes que no se ve nada y es mejor que estemos juntos.
    
    Me paso por la mente que la misma madre asentía lo que la hija ya había echo al acercarse a mí, dejando su colita predispuesta a mis caricias.
    
    La mayor parte del viaje me la pase hablando con Matilde, llegamos a concretar una cita informal, en realidad fue ella que me invito a cenar en su casa. Y con Silvia, fue mucho mejor, pude pasarle sin problemas mis dedos con su colita casi llegando a su rajita, después también le hice sentir mi pija parada por los cachetes, pero esta vez no pude más y por más que ...
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