1. Me vuelven encular en la taberna.


    Fecha: 30/09/2019, Categorías: Gays Autor: Danisampedro91, Fuente: SexoSinTabues30

    ... y al parecer ellos ya se habían dado perfecta cuenta, por lo que no iba a decir que no a lo que aquellos 2 machos me propusieran, ya sabía que me iban a follar y eso era lo que estaba deseando.
    
    Mientras el tabernero salía a poner las contras a las ventanas, Justo, el amigo se acercaba a mí, ponía su mano sobre mi cintura preguntándome que tal estaba.
    
    Qué cómo te va, ¿todo bien?
    
    Sí, le contestaba viendo como me iba acariciando con su mano por la cintura
    
    ¿Qué, tienes ganas…?
    
    Sin poder decir nada, me encogí de hombros, no hacía falta decir nada, era claro que si estaba allí era porque estaba deseándolo. Agaché la cara sin poder mirarlo, mi enrojecimiento era notorio y palpable, cada vez estaba más excitado y caliente.
    
    Mientras el amigo del tabernero me acariciaba con su mano, fue bajando esta hasta mi entrepierna, empezando a palparme los genitales, pudiendo notar lo dura y empalmada que tenía la polla, ufff como estás, estás calentito ¿eh? Me decía palpándome la entrepierna.
    
    En esos momentos en que yo me estaba empezando a estremecer del gusto que el amigo del tabernero me estaba dando al acariciar los genitales, entraba el tabernero y cerraba la puerta. Ya está, ahora podemos estar a nuestras anchas que nadie nos molestará.
    
    Uy, eso no se vale eh, esperar por mí, decía pegándose a mi espalda empezando a palparme los cachetes del culo. Yo también quiero participar, decía manoseándome el culo.
    
    Se pegó a mí, y restregándome todo su paquete por el culo, sujeto mi cabeza con sus manos haciéndomela girar a la vez que mordía mi labio inferior empezando a morrearme.
    
    Dios, maricón que bueno estás, como me pones cabrón, me decía comiéndome la boca.
    
    Yo ya estaba que ardía, las orejas me echaban humo de lo caliente que estaba, y aquellos 2 machos no dejaban de meterme mano por todas partes. Mientras el tabernero se restregaba por mi culo y me comía la boca, su amigo empezaba a desabotonarme los botones de la camisa que llevaba.
    
    Iba desabotonando poco a poco a la vez que me acariciaba el pecho con su mano, pudiendo notar lo duro e hinchados que ya tenía los pezones. No decía nada, solo iba desabotonando uno a uno los botones de la camisa a la vez que acariciaba mi pecho y abdomen, hasta que llegó a la cintura de mi pantalón, donde se topó con el cinturón de este, empezando a aflojarlo, para una vez aflojado este, siguió desabotonándome el pantalón tejano que llevaba puesto.
    
    Una vez el pantalón empezó a caerme, sacó lo que faltaba de la camisa, prosiguiendo, desabotonándomela por completo, hasta que mi pecho y abdomen quedaron a su vista.
    
    Dios, yo me retorcía de gusto, el magreo y manoseo que aquellos 2 machos me estaban dando, me estaba volviendo loco. Tenía los pezones duros e hinchados y la piel en carne de gallina, si seguían así, me iban a hacer correr sin siquiera haberme follado.
    
    Los gemidos que empezaba a dar eran escuchados por ellos, así como el tembleque de piernas que me comenzaba, los cabrones sabían que ...
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