1. Una Mamá Ninfómana_3


    Fecha: 29/09/2019, Categorías: Incesto Autor: Jose Caeli, Fuente: TodoRelatos

    ... maravillosamente mientras empujaba dentro y fuera de su coño hambriento.
    
    Una y otra vez, la polla dura, como el hierro del chico, embistió su agujero vaginal.
    
    Cada vez que él se retiraba, el eje de su pene rozaba sobre su clítoris como una lima de uñas y la volvía loca.
    
    Sus dedos agarraron sus nalgas, rodeando los glúteos duros de su trasero, separándolos y empujándolos juntos mientras continuaba bombeando su pene dentro y fuera de su vulva.
    
    Ella lo miró a la cara y le sonrió cuando sus ojos se encontraron.
    
    —¿Te gusta, bebé? ¿Se siente bien tener tu verga allí?
    
    —¡Sí! —jadeó—. ¡Se siente genial!
    
    Ella encontró su culo con la punta de su dedo y empujó su dedo dentro su ano a la primera articulación.
    
    A Carlos siempre le encantó cuando ella le toqueteaba el culo. A Eduardo, obviamente, también le encantó. Él folló más fuerte, golpeando su polla sin piedad contra la suave carne de su coño.
    
    Finalmente el muchacho no pudo aguantar más y gritó roncamente mientras comenzó a disparar su carga.
    
    Ella metió la longitud completa de su dedo dentro de su culo mientras de su polla brotó su esperma hacia su agujero caliente.
    
    Fue maravilloso para ella sentir su semen caliente haciendo que su vulva se volviera resbaladiza.
    
    Esta fue su primera cogida, la primera cogida de madre e hijo.
    
    Cuando terminó de correrse, ella quería mantener su pene dentro de su coño, por siempre.
    
    Ella se aferró a su trasero y mantuvo su mástil profundamente dentro de su vulva. Podía sentir sus bolas haciéndole cosquillas en el culo y ella retorció la entrepierna contra él para aumentar la sensación.
    
    Por fin lo dejó sacar su pistola de su vagina empapada.
    
    Lo hizo acostarse en el sofá para que descansara mientras ella iba a la cocina para prepararse un trago, aún desnuda.
    
    Se sintió maravillosa, ella se agitó cuando se dio cuenta de su esperma goteando fuera de su conchita.
    
    Se frotó la mano sobre el concha y deslizó dos dedos dentro de ella, para mezclar sus jugos.
    
    Cuando sacó los dedos, estaban cubiertos de una espuma blanca, era jugo de vagina y esperma.
    
    Se lamió los dedos para limpiarlos, saboreó la sensación de sus dedos sacando lentamente dentro y fuera de su boca.
    
    Estaba caliente como el infierno ahora. Sus tetas estaban calientes y su vulva estaba caliente e incluso su culo estaba caliente.
    
    Le gustaba que le metieran una verga en el ano cuando estaba realmente excitada. Ella sabía que Eduardo aún no estaba listo para eso, pero imaginó lo que sería ser penetrada y tuvo que agarrarse a la mesa de la cocina para detener su estremecimiento.
    
    Deslizando una mano sobre su trasero, sumergió sus dedos dentro de su grieta en las nalgas del culo y se hizo cosquillas en el ano.
    
    La encantadora verga de Eduardo se sentiría celestial en su culo. Ella estaba segura de eso.
    
    Ella le enseñaría todo, algún día alguna mujer le estaría agradecida su enseñanza.
    
    Pero ella no quería pensar en eso ahora. Ahora mismo pertenecía a ella y ...