1. Mi cuñada: puta y esclava


    Fecha: 29/09/2019, Categorías: Incesto Autor: Fd, Fuente: CuentoRelatos

    La vi desde que bajé de mi automóvil. Fátima mi hermosa cuñada; la sexi morena de cabello negro, sonrisa fácil y ojos vivarachos, la hermosa joven transformada hace varios años en mujer sensual y erótica. La de cintura estrecha y un culo respingón, la de tetas pequeñas perfectas para mí boca, los que se amoldan como un guante en la palma de mi mano, los que se erectan y disfrutan de mis besos y caricias, los que han sufrido del castigo cuando sale mi lado más sádico esas hermosas tetas que tanto hemos disfrutado.
    
    Cuando éramos más jóvenes admire de lejos y en silencio su belleza imaginado y deseando tener su cuerpo aunque fuera un día.
    
    Hoy como mujer madura el destino me lo permite; sus mieles son mías, sus ganas las reservá para mí, en sus orgasmos gime y grita mi nombre.
    
    Hoy simplemente es espectacular; segura, sensual, atrevida con quien se lo merece y la más perversa de las mujeres. Tiene un apetito sexual inagotable y cada día se sorprende y me sorprende con las cosas que podemos llegar a disfrutar.
    
    Estaba en la segunda ventana del tercer piso a la derecha del edificio.
    
    Un edificio antiguo que fue una vieja fábrica de zapatos y que hace unos años fue remodelado para uso habitacional. El primer piso estaba forrado con ladrillo artesanal, los otros tres eran lisos estaban pintados de un color blanco cenizo, en cada ventana rescataron la cornisa original de principios del siglo pasado y agregaron contraventanas oscuras.
    
    Permanecía de pie y desnuda junto a la ventana sólo una pequeña cortina transparente que nada la protegía se interponía entre ella y el frío vidrio. Cualquier vecino o persona podría verla con tan solo levantar la vista.
    
    Debería tener unos 10 minutos en ese lugar y posición le avise la hora en que llegaría para que cumpliera su tarea debía estar en ese lugar 5 minutos antes de mi arribo.
    
    Estaba erguida y de espaldas para que no se diera cuenta cual de sus vecinos la había visto, permanecía sin moverse como si fuera una lámpara de la habitación, su cabello caía hasta la mitad de su espalda, luego la sexi curva al final de su espalda y de un tono más claro su culo y los muslos morenos.
    
    Me detuve un momento y le hice una foto con mi teléfono, sonreí mientras se la enviaba con un pequeño mensaje.
    
    "Te ves hermosa putita"
    
    Aunque ella no se iba a mover de su posición podría ver el mensaje en su TV conectada a su teléfono.
    
    Ahora que ella sabía que yo estaba ahí su cuerpo reaccionaría mojándose. Le encanta el exhibicionismo así que camine despacio mientras subía las escaleras fui subiendo escalón por escalón tomando con una de mis manos el barandal de hierro adornado con flores.
    
    Llegué al tercer piso y saludé a Marié, la vecina de al lado que estaba en esos instantes saliendo de regreso a su trabajo, tal vez le tocará ver un poco del show de su vecina.
    
    Abrí la puerta y la vi de frente todo en ella resuma sensualidad, su rostro serio sonrió con disimulo cuando me vio llegar. No llevaba maquillaje ...
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