1. Súbete la falda


    Fecha: 29/09/2019, Categorías: Incesto Autor: VictoriaSG, Fuente: TodoRelatos

    Era mi última oportunidad. Ya me habían devuelto de cuatro casas de acogida y si volvía a suceder se me agotaría el tiempo. Si no conseguía que unos padres quisieran adoptarme, llegaría a la mayoría de edad y el orfanato se desharía de mí sin importarle lo más mínimo lo que me sucediera. No tendría hogar, dinero, ni forma de ganarme la vida.
    
    Reconozco que no lo ponía nada sencillo. Desde que los cabrones de mis padres perdieron mi custodia me había dedicado a interpretar el papel de niña rebelde que esperaban de mí. Eso me había valido la expulsión de varias casas, algunas de ellas eran buenos sitios en los que vivir, buena gente, pero no podía evitar comportarme así.
    
    Unmiércoles a última hora me avisaron de que al día siguiente una pareja vendría a verme. Nadie quiere adoptar a chicas de mi edad, pero estaban a la espera de que les entregaran un bebé en adopción y hasta entonces querían acoger a alguien. Estaban al tanto de la situación de los jóvenes y niños tutelados y querían darme una oportunidad. Las opciones de que fuera algo permanente eran remotas, pero lo tenía que intentar, esta vez sí.
    
    Era una pareja de unos cuarenta años. Él se llamaba Saúl y ella Marina, parecían agradables. Me hicieron varias preguntes y me mostré encantadora. Para ganarse mi confianza, ellos me contaron cosas, como que habían apurado las escasas opciones que tenían para conseguir un embarazo y después habían optado por la adopción, que durante el proceso habían obtenido mucha información sobre nuestra situación y les pareció importante acoger a alguien. En principio sería algo temporal, pero no cerraban puertas.
    
    Me ayudaron a recoger mis cosas y me llevaron directa al coche. Enseguida vi que eran gente de dinero, pero al llegar a la que sería mi casa me di cuenta de que eran gente de muuucho dinero. Tres plantas, garaje para varios coches, piscina climatizada, pista de pádel y gimnasio propio. En la última casa que estuve tenía que dormir con tres adolescentes que se suponía que podrían llegar a ser mis hermanos pero tenía toda la pinta de que acabarían siendo mis voladores, así que me acababa de tocar la lotería. A lamañana siguiente ya estaba matriculada en un colegio pijo de los de uniforme y Padrenuestro diario.
    
    Tres meses después ya estaba completamente adaptada, por la cuenta que me traía. Mis padres de acogida eran buenos y cariñosos, en el colegio todo el mundo me trataba bien. La única pega era que me costaba mucho contener mi verdadera personalidad, la chica a la que le gusta ser un poco mala y divertirse. Solía deambular por la noche por casa, intendo oír lo que opinaban de mí cuando no estaba delante. Saúl estaba feliz de tenerme en casa, era partidario de adoptarme. Pero Marina no lo tenía tan claro, creía que suficiente faena tendrían con el bebé como para estar pendiente de una adolescente. Él la intentaba convencer, le decía que les podría echar una mano, que merecía esa oportunidad. Era un buen hombre, mucho mejor que ella, que ...
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