1. La historia de Ángel, solo era un muchacho (24)


    Fecha: 27/09/2019, Categorías: Gays Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... vida ¿estas cansado? -se había quedado desnudo y se ponía un pantalón de dormir.
    
    -Más que cansado preocupado, han llegado unos análisis que pedí para un chiquillo y me confirman lo peor, es terrible tener que dar las malas noticias.
    
    Terminé de desnudarme y me coloqué un pantalón como él para tumbarme a su lado. Seguía con la gafas puestas y se las retiré dejándolas en la mesita.
    
    -Por tu profesión esas malas noticias serán frecuentes. -le pasé los dedos por los ojos cerrados, tenía unas pestañas largas y rizadas muy bonitas, y los abrió para fijarlos en mi.
    
    -Es cierto, tenía que estar acostumbrado, pero no es lo mismo cuando se trata de un niño de doce años, no hablemos de eso, dime lo que piensas del viaje que proyecto y de tus vivencias del día. -sonreía intentado quitar importancia a sus preocupaciones y se volvió hacía mi colocando el brazo por mi encima de mi estómago.
    
    -Sobre lo del viaje, estoy nervioso Álvaro, es la primera vez que voy a salir y me emociona, además por estar con vosotros, los tres juntos, seguro que lo pasaremos bien. -de repente me acordé del regalo de Pablo y me puse a reír mirándole con picardía.
    
    -¿De te ríes? No he dicho nada gracioso.
    
    -¡Oh! es por Pablo. -me levanté y fui a recoger la bolsa que vacié sobre la cama.
    
    -Mira lo que me trajo de regalo esta mañana, ¿no me digas que no es cómico? Tengo un montón de ropa interior parecida y se gasta el dinero en repetir lo mismo. -Álvaro miraba todas aquellas eróticas prendas cogiéndolas y estirándolas viendo la nimiedad de las telas.
    
    -¡Es un pornográfico lujurioso! Si no te cubre nada. Será que te quiere ver voluptuoso y sensual, pero está bien, me gusta, puedes ponerte uno de ellos para que te vea. -quería ser superficial pero torció el cuello con una mueca de desagrado.
    
    -Me lo pongo si me dejas que te de un masaje en el cuello, no lo puedes mover sin hacer un gesto de dolor. -me sonrió, yo pensé que encantado y se colocó boca abajo sin que se lo pidiera mirando hacia mi lado, para veme como me quitaba el pantalón y escogía, para colocarme, un tanguita que únicamente me cubría el pene y los huevos, con unas tiras muy finas que pasaban por la base de las nalgas y enlazaban con el elástico de la cintura.
    
    -¡Precioso!, estás increíble con el culito al aire. -se reía en silencio sin moverse y fui al baño a buscar un aceite, me coloqué sobre él a horcajadas, sentado sobre sus nalgas y me tumbé para besarle la espalda.
    
    -El cuellito de mi nene se porta mal, le voy a castigar por hacer sufrir a mi amorcito. -le daba suaves besos rozándole apenas con os labios, Álvaro suspiró.
    
    -Que bien se siente Ángel, tus labios son suficientes para que me sienta mejor. -y tenía que ser cierto porque le notaba como se relajaba dejándose sentir muerto sobre la cama. Le quité el pantalón para no mancharlo y le vertí sobre los hombros un chorro de aceite empezando a darle masajes en el cuello y la parte alta de la espalda.
    
    -Ángel estas haciendo un milagro, tu ...
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