1. La historia de Ángel, solo era un muchacho (24)


    Fecha: 27/09/2019, Categorías: Gays Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    Al salir a la calle Marcos dio un fuerte portazo al cerrar la puerta que sonó como un estampido de escopeta, busqué algo que ponerme para taparme, y salí para ver donde estaba Pablo, había llevado a Eliseo a su habitación y allí luchaba con él, intentando desnudarle para meterle en la cama.
    
    -Deja que te ayude para llevarte a la cama, estas borracho tío.
    
    -No, quiero ir a tu habitación, quiero ver a tu novito, esta muy rico verdad. -hablaba con voz estropajosa de estar bebido, Pablo no le replicaba y solo le sujetaba tumbado sobre él, pero Eliseo era más fuerte, no sabía lo que hacer con él y me vio en la puerta observándoles.
    
    -Ayúdame Ángel, por favor. -me acerqué para sujetarle de un brazo y al verme se calmó quedándose quieto y respirando agitado.
    
    -Mírale ha venido, ¿no es hermoso? Ven lindo, dame un beso, yo también te quiero bonito. -hablaba propiamente como una persona beoda, implorante y que inspiraba risa y a la vez lástima.
    
    Ahora se dejaba hacer sin necesitar mi ayuda, pero con esfuerzo, Pablo le iba quitando la ropa, pude verle el poderoso y potente pecho cubierto de negros vellos que bajaban hasta el abdomen marcado, y se perdían en la cintura del blanco slip que llevaba.
    
    Las piernas las tenía, a su vez, cubiertas de un negro manto de pelos ensortijados, y aunque la polla la tenía floja, el bulto en su slip resultaba considerable. Todo un perfecto ejemplar de macho semental y muy semejante a Pablo. Se le cerraban los ojos murmurando palabras que no podía entender y le metió entre la ropa tapándole.
    
    Ya no me sorprendía nada, pero me extrañó el cariño que Pablo le manifestaba dándole un beso en la frente y pasando su mano grande por la cara de Eliseo.
    
    Volvimos a la sala para recoger nuestra ropa que habíamos dejado tirada y la llevamos a la habitación.
    
    -Tenemos que lavarnos, nos han sorprendido en el peor momento. -Pablo aún permanecía desnudo y me entró la risa por lo absurdo y ridículo de la situación.
    
    -Cállate, si te escucha querrá continuar la fiesta, -pero él se reía también.
    
    Ibamos a entrar en el baño para limpiarnos cuando Eliseo empezó a llamar a gritos a Pablo, quería que le ayudara a ir al baño porque necesitaba vaciar la vejiga. Le dejé que fuera a recogerle pero al salir me pidió ayuda para llevarle entre los dos.
    
    Eliseo pasó un brazo por mi cuello mientras Pablo le sujetaba pasando el suyo debajo del sobaco, en el wáter le bajó el slip y le cogió la polla dirigiéndola al inodoro, sus nalgas estaban cubiertas de vello igual que las piernas y su pene resultaba impresionante, más grande aún que el de Pablo.
    
    Un potente chorro de orina salía continuamente de su pene hasta que fluyó menos fuerte, terminando por ser unas gotas que Pablo limpió con papel higiénico, el olor a penetrante amoniaco inundó mis fosas nasales.
    
    Volvimos a llevarle a la cama y dejé a Pablo que terminara de taparle para volver al baño y acabar de una vez lo que ya nos habían interrumpido en dos ocasiones.
    
    -¿Has ...
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