1. Aarón


    Fecha: 27/09/2019, Categorías: Gays Autor: SugarCat, Fuente: CuentoRelatos

    ... procesar.
    
    —Será mejor que me marche a otro lado, siento que estás confundido.
    
    —No, no, no te vayas, por favor, es mi culpa, yo debería partir —Aarón no estaba interesado en mí y notaba su incomodidad.
    
    —No seas tonto, no puedes irte así, quiero que te quedes, quiero cuidarte, pero no quiero que hagas algo de lo que puedas arrepentirte.
    
    —Lo siento, no debí hacerlo, solo que hace mucho tiempo tenía ganas.
    
    Me sorprendí a mi mismo, siempre me gustó Aarón, aunque fuera un imbécil tratándome, siempre estuve embobado por él y decirlo en voz alta era algo que nunca me atreví a hacer. Aarón abrió sus ojos por completo, se quedó sin respirar por unos segundos y me besó, me besó fuerte y apasionadamente, su lengua entraba en mi boca masajeando la mía, su barba raspaba mi cara y me abrazaba con ambos brazos. Mis manos en su pecho descubierto jugueteaban con sus vellos que sobresalen de sus tatuajes.
    
    De pronto de manera bruta me arrebató la camiseta, me mordía mis pezones y tocaba mi culo con sus grandes manos, comencé a gemir. Subió a mi boca, se resbaló hacia mi cuello y sin darme cuenta me había sacado el bóxer. Sus grandes manos tocaban mi culo, sus dedos rozaban mi agujero y sus besos no paraban. Me giró, me puso de abdomen sobre la cama y bajó con su boca a mi culo, mordía mis nalgas, lamía mi ojete, su barba raspaba en mi perineo. Me dio media vuelta nuevamente y quedé mirando hacia él, pude ver que su bóxer a rayas blanco y azul había desaparecido y en su lugar se veía su pene circuncidado, enorme, venoso, largo y grueso con un piercing cuervo en su glande, escurriendo un fluido muy viscoso. Lo miré a los ojos, tomé con mi mano izquierda su pene y lo llevé a mi boca, dejando sus grandes bolas en mi barbilla. Lamía aquel líquido que salía desde su abertura justo por donde entraba su piercing, comenzó a gemir, mi lengua jugaba con sus bolas y sentía aquel sabor a sudor mientras con mi mano lo masturbaba. Nunca había visto un pene tan mojado, no dejaba de salir aquel líquido. Corrió su trasero hacia atrás y alejó su pene de mi boca, me besó de manera bruta, raspando con su barba mis labios generando escozor. Tomó mis piernas y las llevó por sobre sus hombros, puso su pene en mi ojete y sentí como su abundante líquido me mojaba y dilataba cada vez más. De pronto sus labios se curvaron y abrieron mostrando su perfecta sonrisa y su pene entró en mí, sin aviso ni protesto, sentí su pene enorme atravesarme, la sensación era intensa, sentía una presión enorme en el abdomen, mis ojos estaban desorbitados o por lo menos así me sentía, empujaba una y otra vez con fuerza, gruñía entre dientes mientras yo gemía casi sin voz por la excitación. Cada músculo que podría apreciar se le expandía mientras yo me sentía cada vez más pequeño, frágil y sumiso, en ese momento estaba a su disposición.
    
    Se detuvo un momento, bajó mis piernas a sus brazos para acercarse y besarme nuevamente, aquel beso lo sentí arder en mi boca, deseaba que no acabara nunca, ...