La profesora de matemáticas 34
Fecha: 14/09/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: baltrex1, Fuente: TodoRelatos
... vas a follar o no a mamá?
Le espetó un día Clara justo después de eyacular en su coño. Alberto, sin sacar la polla del interior de su hermana respondió.
- Todo a su tiempo. La paciencia me ha ido bien con mamá.
- Porque no sé si piensas demasiado en ella cuando me follas a mi.
- Cuando te follo a ti te aseguro que eres mi único pensamiento.
Alberto le mintió un poco por cuanto se imaginaba en ocasiones que se follaba de Mariví cuando era joven, dado el parecido que tenían.
- Bueno, mejor así.
- Es verdad que os parecéis pero nada más. Tu misma se lo dijiste que os parecíais.
Clara frunció el ceño justo cuando acabó de limpiar la polla y le sacó la lengua.
- Um.
Se tapó con la ropa de cama, cosa extraña en ella dado su gusto a exhibir su cuerpo juvenil y lozano. Alberto creyó conveniente salir sin alargar la conversación. Al salir, su hermana le sacó la lengua.
Un domingo por la mañana abordó a su madre en la cocina.
- Mamá, que bien lo pasamos y que bien esa confianza, ¿verdad?
- Si, pero es nuestro secreto.
- Algún día… - Su madre le inquirió con la mirada sin perder la sonrisa – algún día.
- ¿Qué?
- No, nada.
Mariví sonrió para sus adentros y bien sabía lo que quería decir. Pero también le gustó que tuviera paciencia y se lo planteara de aquella manera. Llevaba unos días que le tocaba el coño más que de costumbre. Sutilmente. Guardó silencio y se puso a fregar. Alberto acabó de desayunar en silencio y al acabar se acercó y le sobó el culo. Le dio un beso en los labios y se marchó sin decir palabra.
Mariví dejó pasar unos días y encontró un momento adecuado de hablar con su hijo. Se sentó al borde de la cama y le sonrió con dulzura.
- Hijo, ¿me querías decir algo el otro día?
- Um, no.
- Mira que te conozco. Tu mismo dices que tenemos confianza.
- Me gustaría pedirte algo pero no sé como.
- Anda, dime.
- Para expresarte lo mucho que te quiero, no te lo tomes a mal.
- Sigue, tranquilo.
- Ya lo hacemos cuando… ya sabes.
Mariví estaba disfrutando de las dificultades de su hijo para decírselo.
- Sí, ya sé a que te refieres.
- Seguir un poco más.
- Lo hacemos cuando no nos ve nadie, tiene que ser así. - Dijo haciéndose la tonta.
- Si ya lo sé, no es eso.
- Pues venga, dímelo y no des más rodeos.
- Me gustaría hacer el amor contigo.
Alberto se sintió aliviado al soltarlo y esperó, se había mentalizado para ello, una reacción negativa de su madre. Pero Mariví se rió ostensiblemente.
- ¿Tanto te ha costado? ¿Te crees que no lo sé hace tiempo?
- No si ya…
- Tanto apuro cuando te la chupo y dejo que me comas el coño.
A Alberto le sorprendió que dijera eso en vez de cunnilingus, en su siempre ponderado lenguaje.
- No, si el sexo oral es una cosa y meterla es otra.
- Ya lo sé, cariño. Todo llegará. Yo misma te diré el momento. Sé paciente como la vez anterior y tendrás tu recompensa.
Mariví se incorporó pero Alberto la retuvo.
- ¿Te ...