La profesora de matemáticas 34
Fecha: 14/09/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: baltrex1, Fuente: TodoRelatos
Clara abrió mucho los ojos y la boca cuando Alberto le terminó de contar, con todo detalle, lo sucedido la noche anterior con Mariví.
- ¡Hala! - Exclamó.
- Ya ves, lo que es tener paciencia.
- Joder, ahora lo mismo te puede hacer ella que tu a ella.
- Sí, ¿no estarás celosa? - Bromeó.
- Bobo.
Sin embargo, Clara reaccionó y pensó que hacía un tiempo que no jugaba con su madre. A sabiendas la esperó cuando se estaba duchando el sábado siguiente por la mañana y se hizo la encontradiza en el pasillo.
- Ah, hija, buenos días, has madrugado hoy.
- Buenos días, sí, hoy me apetecía levantarme ya de la cama.
Mariví sonrió dulcemente y le dio un beso a Clara, que puso cara de apurada e inocente.
- ¿Te pasa algo, cariño?
- No, que te he visto así… me da un poco de apuro.
- Dime. No te preocupes.
- Quería verte de nuevo las tetas y tocarlas, si me dejas.
- Uy, que petición.
- Venga, si ya nos hemos visto todo… hay confianza. - Dijo más segura.
Mariví suspiró. No iba a negar a su hija lo que daba a su hijo, Aunque Clara no lo supiera, o eso pensaba Mariví.
- Anda pasa al baño conmigo, que tu padre aún no se ha levantado.
Mariví cerró la puerta y miró que no hubiera nadie más en el pasillo. A continuación se bajó la toalla hasta la cintura descubriendo sus tetas ante Clara, que sonrió complacida.
- Gracias, mamá.
Clara con gesto entre pícaro y curioso tocó las tetas. Mariví se dejó hacer y pensaba ya una excusa por si alguien llamaba a la puerta.
- Anda, quítate la toalla del todo.
- Hija…
- Venga, si ya te he visto y tu a mi…
Mariví puso gesto resignado, como de que voy a hacer, y se despojó de la toalla. Su hija le palpó el culo y hasta se atrevió a acariciarle levemente el vello púbico. Mariví dio un respingo y con la mirada hizo detenerse a su intrépida hija.
- Perdón, es tan bonito. Mira te voy a enseñar el mío.
- Hija, no tienes que…
Clara le puso un dedo con delicadeza en los labios y en un momento se quedó desnuda. Mariví intentó no parecer muy interesada pero no podía apartar la vista de un cuerpo tan juvenil y bello.
- Eres preciosa, hija.
- He salido a ti.
Clara sintió un impulso y juntó sus tetas a las de su madre hasta que se rozaron. Ambas sintieron un escalofrío. Entonces Clara acercó sus labios a los de Mariví y le dio un beso breve. Mariví imperceptiblemente entreabrió los labios y sintió el agradable sabor de los labios de su hija. Se ruborizó. Las manos de Clara estaban posadas una en cada teta.
- Hija, vístete.
Clara obedeció y Mariví se recompuso la toalla.
- Dime solo una cosa. ¿Te ha gustado el beso? - Preguntó Clara.
- Más de lo que podría creer.
Clara se lo contó todo a Alberto por la tarde.
- Vaya, un poco celosilla sí que estás.
- Bobo.
- ¿Te gustó besar a mamá?
- Sí, es muy dulce, un beso muy suave, agradable. - Dijo mientras lo evocaba con gesto sonriente y mirando al techo.
- Vaya, te van a acabar gustando ...