1. La profesora de matemáticas 34


    Fecha: 14/09/2024, Categorías: Incesto Autor: baltrex1, Fuente: TodoRelatos

    ... Alberto. Desde luego que a partir de ahora dejaría que le hurgara por el coño más veces. Ella misma iría a ofrecérselo. Ya no sentía vergüenza. Alberto salió a continuación a desayunar. Todavía solos en la cocina le preguntó Mariví.
    
    - ¿Cuándo has aprendido a hacerlo tan bien?
    
    Alberto no dijo nada y sonrió. Se acercó y le dio un beso en los labios.
    
    Mariví se pasó el resto del domingo pensando en las experiencias sexuales tan placenteras que estaba teniendo con Clara y Alberto. Mucho más que la monotonía con su marido. Poco preocupado en hacerla disfrutar y que solo se preocupaba de su goce.
    
    El miércoles siguiente volvía a haber un partido y su marido estaba en el bar. Clara estaba haciendo un trabajo del instituto en casa de una amiga. Fue al cuarto de su hijo. Sonrió al entrar.
    
    - Me has leído el pensamiento. Iba a verte yo ahora. - Dijo alberto.
    
    - Ya estoy aquí.
    
    - Enséñame las tetas.
    
    Mariví se quitó la camiseta de manga larga y el sujetador y se quedó expectante.
    
    - Quítate también el pantalón. Estaremos mejor.
    
    Mariví volvió a obedecer. Alberto se desnudó con cierta parsimonia y le enseñó orgulloso su pene erecto.
    
    - Así me la pones, mamá.
    
    Mariví sonrió con cierto orgullo.
    
    - ¿Quieres que te la vuelva a chupar?
    
    - Por ahora sí, es muy agradable.
    
    Mariví besó la polla de arriba a abajo y empezó con unos lametones recorriendo toda su longitud, antes de metérsela en la boca.
    
    - Los testículos también, por favor.
    
    Mariví giró su atención hacia ellos, los besó, lamió y chupó con cuidado. Luego volvió a centrarse en la polla.
    
    - Túmbate en la cama.
    
    Mariví temió ser penetrada vaginalmente. Algo para lo que se iba mentalizando poco a poco y que sabía que algún día tendría que afrontar. Sabía a donde desembocaba ese juego. Sin embargo, Alberto acercó su polla a sus tetas y empezó a masajeársela. Mariví sonrió casi aliviada.
    
    - Um, que gusto sentir tu pene en mis tetas, mamá te ayuda.
    
    Mariví se garró las tetas lateralmente y siguió haciéndole la cubana con entusiasmo. Casi estrujándole la polla y haciéndola desaparecer entre sus ubres.
    
    - Aaah, me encantan tus tetas, mamá.
    
    - Sí, disfrútalas, cariño. Deja tu semen en ellas. Quiero sentirlo.
    
    - Abre la boca anda.
    
    Mariví la abrió y poco después tenía la polla de su hijo en ella, que la había deslizado desde sus tetas. Alberto repitió varias veces la operación con gran placer. Sentía un gran morbo de follarse las tetas que había amamantado. Como una perversión. Mariví siguió con el mismo entusiasmo, sintiendo la dureza de la polla de Alberto en sus tetas. Todavía tersas, grandes y apetecibles. Alberto rozaba con su glande las grandes areolas. Haciendo que a Mariví se le endurecieran más los pezones. Finalmente cumplió los deseos de su madre y eyaculó una gran cantidad de semen, equitativamente sobre ambas tetas. El semen se desparramaba sobre ellas y el canalillo y le llegaba al ombligo.
    
    - Ay que gusto, sentir tu pene y el semen ...
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