ADELA, Clara y Doña ELENA - Relatos Eróticos

ADELA, Clara y Doña ELENA

... estaba muy bien, pero mucho más sencilla que la de Santiago, dos habitaciones con sus baños, un salón comedor con una mesa para cuatro huéspedes, la habitación con unas vistas al Océano Atlántico, espectaculares.

Elena cogió de la mano a Adela y se la acerco, ¿qué te pasa me tienes miedo, que no me tocas? y la beso en la boca, ambas se abrazaron y no paraban lengua va, lengua viene, estuvieron un buen rato y pararon para planear, que hacer.

Decidieron habían comido muy bien y cenar algo ligero en lugar de cenar fuerte, decidieron cambiarse, ponerse cómodas, mirar la carta y pedir al room service una cena ligera, se cambiaron cada una en su habitación y Adela estreno la picardía y salió con una de las zapatillas de su sobrina, las que eran de verano, abiertas por detrás, a Elena de poco le da un ictus al ver aquella mujer así. Ella llevaba la bata de seda de la mañana y las zapatillas de levantarse, se sentaron en el sofá y empezaron como locas a besarse y ponerse la mano por debajo, ninguna de las dos llevaba bragas, Elena se apoyó en el respaldo del sofá, se abrió la bata y se abrió de piernas, cogió la cabeza de Adela y la llevo a su coño, al rato se dio cuenta que la “cría” como a veces la llamaba cariñosamente no sabía, y entonces le dijo: siéntate en el sofá, cogió un cojín y lo puso a los pies de Adela y se arrodillo y empezó a comerle el coñito con fruición, le metía la lengua dentro lo máximo que podía, la comía sin parar, Adela empezó a contornearse subiendo y bajando su culo del sofá, en un momento la cogió de la cabeza y la presionaba más hacia su coñito, más, más, más decía no pares por favor y llego el momento esperado y exploto con un gemido, Elena se lo comió todo, absolutamente todo en su boca.

Se sentaron y descansaron un buen rato, sin hablarse, Adela cogió la cabeza de Elena y se la puso en el regazo y empezó a acariciarla, en la cara, en la espalda, en el inicio del culito y Elena le dijo, méteme un dedito en el culo, pero ten cuidado de hacerme daño, que esta noche seguro que estrenamos las zapatillas, la subió y acomodo mejor, para tener la visión completa del su culo, empezó poco a poco a pasarle el dedo alrededor, se lo puso en la boca para mojárselo un poco y le abrió el ojete todo lo que pudo y poco a poco fue poniéndole en dedito dentro hasta que este entro hasta el final, Elena empezó a moverse y ella le ponía más fuerte el dedo, lo sacaba y metía a buen ritmo, hasta que Elena exploto y se corrió como una loba, que es lo que es: UNA LOBA.

A esto llamaron a la puerta, me puse bien la picardía y era el camarero quien en un carrito nos traía la cena, Elena se levantó, cogió el bolso y le dio una propina y las gracias.

Cenamos un poco de salmón, quesos y un poco de embutido, una tortilla francesa y una ensalada de frutas y nos bebimos, mano a mano una botella de cava.

Estábamos excitadas y yo dudaba de como seguir, no sé si Elena tenía claro o dejaba que el tiempo marcara acontecimientos, nos sentamos en ...