ADELA, Clara y Doña ELENA - Relatos Eróticos

ADELA, Clara y Doña ELENA

... se abrió totalmente y le ofreció su coño, esta empezó con la esponja, arriba y abajo, le cogió de la mano y le dijo un poco más fuerte y Adela siguió, más fuerte, la otra empezó a gemir, más fuerte le decía, no pares, y pego un par de gemidos en voz alta y se corrió como una loba.

Se quedaron quietas hasta que el agua se enfrió, Doña Elena dijo salgamos, que vamos a coger frio, se pusieron los albornoces y se sentaron en el salón, una al lado de la otra.

Doña Elena, le cogió de la cabeza, se la acerco y empezó a besarla con la lengua, Adela al principio no respondió y la otra le dijo, abre la boca y dame tu lengua, ambas entones empezaron a besarse, lamerse y meterse la lengua dentro bien dentro. Adela inicialmente no sentía nada especial, ella iba improvisando y siguiendo el ritmo según la otra.

Doña Elena le abrió el albornoz y su mano se fue directa al coñito, esta se dejó hacer y empezó a ponerle un dedo dentro, luego según se iba abriendo de piernas, le puso dos y empezó a frotarla y esta empezó a notar una sensación de placer y hacer gestos con el cuerpo, la otra seguía besándola la boca y haciéndole caricias. Adela sintió que algo dentro de ella se estaba produciendo y se frotaba fuerte contra la mano de la otra y le daba y abría la boca, le llegaron como unos escalofríos y empezó a gemir, la otra no paraba, tranquila, disfruta, yo no voy a parar, se lo que estas sintiendo, disfruta más, mas, más y Adela pego un gemido que se oyó en recepción y exploto, y le retiro la mano, se quedó paralizada, la otra la dejo se recuperara.

Al rato Doña Elena, le preguntó que te apetece nos arreglamos y bajamos a cenar y luego a tomar una copa o cenamos en la habitación, casi no le dio tiempo a contestar, que Doña Elena dijo, venga arréglate que vas de estreno, vamos a cenar. nos tomamos unos daiquiris y luego en la habitación dios dirá, que la noche es joven.

Adela estaba preciosa y satisfecha, rememorando la sensación vivida por primera, vez a sus treinta años. Cenaron en el restaurante del hotel todo lujo, personas muy bien vestidas y por la forma de cierto poder, ella se dio cuenta que Doña Elena pertenecía a esa clase y ella en ese momento se sintió una más,

Se fueron a la coctelería del hotel y no cayo un daiquiri, para Doña Elena cayeron tres y para Adela dos, iba un poco achispada, no había bebido alcohol nunca, salvo vino en alguna comida especial o banquete.

Eran casi las dos de la madrugada que Doña Elena dijo, vamos al retiro, una vez en la habitación le dijo a Adela, vamos a sentarnos que quiero comentarte un par de cosas.

Sentada en el sofá, Doña Elena le dijo: A partir de ahora, si decides que sigamos viéndonos, me llamas Elena a secas, aquí y en el pueblo, delante de todo el mundo, que sepan en el pueblo entero, que eres mi amiga, ¿entendido? De acuerdo Doña Elena contesto. Ahora nos vamos a acostar, cada una en su cama y a pensar en lo vivido hoy, que han sido muchas nuevas experiencias y sensaciones y ver como las ...