ADELA, Clara y Doña ELENA - Relatos Eróticos

ADELA, Clara y Doña ELENA

... habían aprobado, venga vámonos de compras, le pregunto por el paquete y le dijo había comprado dos juegos de zapatilla para Clara, se las enseño y le gustaron mucho.

Entraron en una tienda de vestidos y le compro un vestido y dos conjuntos de falda y blusa y otro de falda y suéter, una rebeca, le compro tres conjuntos de ropa interior, un camisón y un salto de cama, una picardía, Adela no paraba de decir no, que vergüenza, no por favor y la otra le dijo, si no quieres que esta noche estrene las zapatillas de Clara en tu lindo culito, no te quiero oír más, en este viaje mando yo.

Fueron a una zapatería y le compro unas manoletinas, unos zapatos de andar un poco de talón muy bonitos y unos zapatos como de fiesta con medio tacón, además de unas zapatillas monísimas para salir de la cama.

La llevo a una peluquería y hablo con la encargada y le dijo de aquí a una hora te vengo a buscar, cuando regreso a recogerla casi no la conoció, estaba esplendida, Adela tenía muy buen tipo, siempre había estado en su casa y no se cuidaba nada, le cortaron el pelo a lo tipo“garçon”,la tiñeron un poco, le hicieron las manos y los pies y la pintaron, estaba espectacular de maravilla.

Se veía rara, pero le gustaba su nueva imagen, ya era la hora de comer y Doña Elena eligió el mejor restaurante de Santiago, comieron marisco hasta hartarse, Adela no estaba acostumbrada y la otra le iba enseñando esto como se come así, esto se pela asa y perfecto, por la tarde fueron a pasear un rato y se fueron al hotel.

La suite era despampanante, dos habitaciones con una enorme cama en cada una, cada habitación con su baño, y un salón de estar con televisor y todos los adelantos del momento y en otra sala un comedor con una mesa para seis personas, Adela alucinaba nunca pensó que eso existía.

Nos damos un baño en la bañera, Adela nunca se había bañado, siempre duchado, llenaron la bañera, le pusieron gel y la espuma crecía y crecía, quedaron en cambiarse y ponerse el albornoz mientras la bañera se llenaba.

Doña Elena se quitó el albornoz y se metió dentro y le dijo que esperas a que el agua se enfrié, ella nunca pensó se bañarían juntas, llevaban unos gorros para proteger el peinado de ambas, la invito a entrar, ponte encima de mí, como era más pequeña de tamaño, diríamos que Adela estaba sentada en los muslos de ella y entro y se sentó, Doña Elena cogió una esponja y empezó a lavar a Adela, con mucho mimo y cariño empezó por la espalda y luego por delante se entretuvo mucho en sus pechos, Adela empezó a notar una sensación rara, como una calambre interno, ya estaba relajada y le gustaba, la barriga, los muslos y luego le abrió las piernas y empezó a frotarle el coñito con la esponja, notaba placer y le gustaba lo que sentía, Doña Elena ya se había corrido una vez, entonces le dijo gírate y ahora pásame la esponja a mí y esta empezó por sus pechos e iba a bajar y le dijo un poco más, no tenemos prisa, me gusta disfrutar, luego la barriga, los muslos y Doña Elena ...