1. Mi vecina Jeromita


    Fecha: 14/09/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... tanto.
    
    -Tu no conoces a mi madre, ¿verdad? Su casa, sus normas, las aceptas o te vas, y como comprenderás sin trabajo, y sin nada, no se a donde iría. Además, no sé para que hablas, te ha mandado al rincón como a un niño pequeño, y mira donde estas, – me contesto.
    
    -¿Pero qué dices?, no sé cuáles son sus normas pero tenemos dieciocho años tío, ¿que te va a hacer? Y lo del rincón, tú te has ido al rincón y yo te he imitado, pero de ahí a mas – le volví a preguntar.
    
    -¿Que me ha a hacer? Pues de momento probar la zapatilla seguro, y sí, tengo dieciocho años, pero eso no me va a librar de ella, de la zapatilla claro está. Y no tengo ninguna idea de cómo salvarme de ella, por cierto. De hecho la conozco y sé que ha ido a ver a tu madre para pedirla permiso para darte a ti con ella también. Que se lo conceda o no, ya depende de tu madre.
    
    Me quede pensando en esas palabras, ¿sería capaz de pedirla permiso para calentarme el trasero como a un niño pequeño? ¿Accedería mi madre a que lo hiciera cuando ella llevaba ya dos años al menos sin hacerlo de ninguna de las maneras? ¿Se lo permitiría yo hacerlo? Abstraído en todos estos pensamientos volví a oír el ruido de puertas abrirse y cerrarse, esta vez a la inversa que la vez anterior. En unos segundos volvimos a tener a mi vecina frente a nosotros con las manos puestas sobre sus caderas, con una rodilla inclinada y un movimiento inexplicable de su pie que hacia rebotar la parte interna de su tacón contra aquella zapatilla roja que llevaba siempre en chanclas. No sé porque, pero siempre las llevaba así, ahora me acordaba perfectamente.
    
    -Tu madre me ha dado permiso para imponerte el mismo castigo que a tu amiguito, - dijo señalando con la cabeza hacia su hijo – De modo que os dejo solitos unos segundos para que decidáis con que zapatilla queréis cobrar cada uno. La izquierda o la derecha. Ahora me lo contáis.
    
    Jeromita salió del salón dejándonos solos, ambos nos miramos y con una sonrisa nerviosa le dije a mi amigo.
    
    -¿Cuál duele menos?
    
    -Te va a dar igual, esta noche dormimos boca abajo y sin arroparnos. ¿Ahora ya no me dices nada gallito?
    
    No sé porque pero no me atreví a contradecirla, cierto es que se me había bajado toda la lívido, pero de todas formas había algo que me hacia desear seguir adelante, pero aun no sabía el que. No tardo más de uno o dos minutos cuando mi vecina apareció de nuevo en el salón, pidiéndonos que cada uno de nosotros se colocase en un extremo del salón, quedando así el uno frente al otro, y ella en el medio.
    
    -Dime, ¿qué zapatilla has elegido cariño?- dijo hablándole a su hijo.
    
    -La izquierda, qué más da, si va a dolerme lo mismo. – contesto este.
    
    -Pues sí, la verdad es que te va doler y de lo lindo, porque te la has ganado a pulso. Venga, ven aquí, así tu amigo ve de primera mano lo que luego le va a pasar a él, y le adelanto que la puerta está cerrada, por si tiene la idea de salir corriendo a esconderse bajo las faldas de su mama. Vamos siéntate en ...
«1234...»