1. Los 7 pecados capitales: 5. Ira


    Fecha: 14/09/2024, Categorías: Incesto Autor: privado, Fuente: SexoSinTabues30

    ... llamó la atención que un niño tan pequeño estuviera ahí, en la fiesta. Y se acercó. Se sentó a mi lado.
    
    —Hola —me dijo, mirándome curioso.
    
    —Hola —le dije yo, sin atreverme a mirarlo directamente a los ojos.
    
    —¿Cómo te llamas?, ¿eres de la familia? —me preguntó sin quitar la vista.
    
    —Soy hermano de Gino —respondí.
    
    —Ah, bueno, mucho gusto “hermano de Gino” —me dio la mano y me hizo reír.
    
    —Me llamo Iván —agregué.
    
    —¿Y no te gusta bailar, baby?
    
    “Baby”. Así me dijo: “baby”. Y la palabra quedó flotando en el aire y mi sonrisa se quedó pegada en mi cara y mi pierna quedó pegada a la suya y… entonces mi hermana lo tomó de la mano y le dijo:
    
    —Me encanta esta, Víctor, ¡vamos a bailar!
    
    Víctor apenas alcanzó a susurrar:
    
    —Ya vuelvo —apretando ligeramente mi rodilla con su mano.
    
    “¡Perra maldita!” —pensé. Había comenzado a sonar “Vení, Raquel” y todos comenzaron a hacer una rueda riendo y gritando.
    
    “Me tocó la pierna” —pensé. Lo miré bailar y noté que sus pantalones le ajustaban tan bien que en el nacimiento de las nalgas se notaba el borde del slip en una imagen hipnotizante.
    
    En cuanto dejaron de sonar Los Auténticos Decadentes casi muero de la dicha. Me explico, yo casi nunca bailo en público, sin embargo, en mi ciudad hay una canción que TODOS bailan porque por alguna extraña razón todos se saben la coreografía. Y esa justamente es la que comenzó a sonar en ese momento: “Latinos” de Proyecto Uno. Y yo salté como resorte y me puse en la pista para bailar también. La algarabía era total. Mis familiares me aplaudieron porque iba a participar en la coreografía.
    
    Ya tú sabes pa’ toda la gente que movieron la cadera, aquí está otra cosita caliente, mucha sabrosura… Proyecto Uno otra vez con mi gente de…
    
    Cuando comenzó la coreografía a ratos quedaba justo detrás de él con la vista fija en su culo perfecto que se movía con una gracia sin igual; en otros momentos yo quedaba a su lado y notaba como me miraba sonriendo mientras los dos levantábamos una pierna al mismo tiempo con tal sincronización que parecíamos haberla ensayado juntos. Cuando yo quedaba delante de él podía sentir su mirada en mi trasero. ¡Qué no hubiera dado por tener un culo tan lindo como el de él!, pero no, el mío era pequeño, ¡yo mismo era más pequeño que lo habitual en un chico de 12 años!
    
    Dime si son latinos (yeah) dime si son latinos (hell yeah) dime si son latinos (say it loud) dime si son latinos (we multiply)
    
    De pronto sentí un tirón en el brazo y mi hermana, la zorra, me sacó de mi lugar quedando ella detrás de Víctor. ¡Juro que la hubiera matado! ¡Puta maldita! En ese instante me salí del grupo y me fui a sentar furioso, tratando por todos los medios de que no se me notara la ira en la cara. Tomé una Coca-Cola y salí al patio y allí me quedé rumiando mi rabia. Mi pecho me dolía de pena y frustración. Una lágrima rodó por mi rostro, pero no quería llorar. Sólo sentía que me dolía mucho el pecho y hubiese querido que algo ocurriese para que ...
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