1. Soy hijo de puta// Cap. 2


    Fecha: 13/09/2024, Categorías: Incesto Autor: JOS LIRA, Fuente: TodoRelatos

    ... ubres.“¡Ay, qué helado… que ancha es esa cosa!” Mi lengua palpa sus pezones.“¡Tus dientes, Kike… me lastiman tus dientes!” Mis labios absorben la superficie de sus mamas.“Oh, dios, qué me haces… oh, síiii!”. Y yo sigo hundiendo el embace cilíndrico de mi desodorante dentro de su hendidura chorreante, que medirá algunos 15 centímetros, y que estará igual de grueso que mi propio falo.
    
    Cuando menos acuerdo doña Mece está completamente desnuda en el suelo, en una vulgar postura semejante que el 69. Ella está chupándome las bolas, mientras masturba mi verga, mientras yo la masturbo con mi desodorante; la taladro con fuerza. Ella no para de gritar.
    
    Me he asegurado de dejarle marcas en el cuerpo para que nunca me olvide. O al menos por un tiempo. Ella sabrá cómo se las ocultará al cornudo de su marido. No es que el cabrón me caiga mal, pero el tipo fue uno de los primeros en alegrarse cuando se murió mi padre pues, le oí decir “A buena hora se murió ese bueno para nada de José. Un drogadicto menos en el barrio.”
    
    Estuve a punto de partirle la cara y a tumbarle todos los dientes, pero me dije que mi mejor venganza sería continuar partiéndole la concha a su esposa y a su hija. Después de todo hacerlo cornudo doblemente era una culpa con la que no había podido vivir en el pasado. Hasta que dijo aquello.
    
    Y ahora ahí estaba doña Meche, echada en el suelo sucio como una vil cerda, convulsionando en el suelo mientras botan sus tetas, tras un largo orgasmo provocado por mi propio desodorante.
    
    Para culminar su humillación, me pongo a cuclillas junto a sus tetas, sin llegar a dejar caer el peso de mis nalgas sobre su gordura. Me masturbo, excitado, viéndola allí, humillada, degradada en el suelo, suplicando con adoración que le meta mi falo en su hendidura, y yo negándome. Y me sigo masturbando, y ella acariciándome los huevos con la punta de sus uñas, mordiéndose los labios cual prostituta barata.
    
    Y yo, pensando en una porquería, finalmente logro eyacular sobre ella, cuando imagino, de pronto, que en lugar de doña Meche, la que está en el suelo, debajo de mí, ahora ya impregnada con mi semen en tetas y barbilla… es ella… Amelia… mi madre….
    
    Como era de esperarse, fue un trayecto bastante pesado y fatigante. Terminé harto. Quería arañar las paredes del autobús. Salí un miércoles por la tarde de mi localidad, situada en el estado de Campeche, y llegué a la terminal de Monterrey un viernes por la mañana, deseando nunca más viajar de esta manera tan horripilante.
    
    Llegué molido. Como si hubiese hecho una rutina inclemente de pierna y brazos. Me dolía la cabeza y apestaba al cigarrillo que un hijo de puta estaba fumando mientras esperaba un taxi. Pasé todo el fin de semana instalándome en el cuartucho.
    
    Si bien no es feo ni sucio, sí que es pequeño. Los muros deben de ser de tabla roca, porque puedo escuchar lo que se dicen mis vecinos. Al menos no me estafaron. El contrato del alquiler era real y legal.
    
    Lo bueno de mi nuevo hogar es que ...
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