1. Soy hijo de puta// Cap. 2


    Fecha: 13/09/2024, Categorías: Incesto Autor: JOS LIRA, Fuente: TodoRelatos

    ... familia.
    
    Entonces, cuando esos tipos están a mitad de camino, la princesa hermosa comienza a caminar, doblando hacia el pasillo izquierdo. Apenas advierto que lleva una falda corta pegada a sus piernas, a la mitad de sus muslos y unas botas largas, negras, que taconean al andar.
    
    Su cabello cobrizo, casi dorado, atado en un molote en la cabeza de vez en cuando vuela con el viento.
    
    “¿A dónde vas?” quisiera saber.
    
    Y compruebo que aquellas son piernas verdaderamente hermosas; blancas, brillantes, torneadas, como bailarina o como quien hace mucho ejercicio. Y mientras ella camina de prisa observo sus redondos glúteos carnosos y paraditos que me dejan eufórico. Sus nalgas chocan la una contra la otra, y yo apenas puedo creer que esté persiguiendo a aquella muchachita, cuando ni siquiera es de… mi tipo.
    
    Será que su belleza y su cuerpo perfecto me han deslumbrado.
    
    “Espera, nena… espera” le digo sin decir.
    
    La chica es extremadamente delgada, según aprecio por la blusa azul marino de botones que lleva puesta, la cual, por cierto, ciñe sus dos encumbrados senos… redondos, erguidos, ligeramente grandes, y que ahora botan sobre su pecho mientras camina hacia quién sabe dónde.
    
    “¡Qué bonitos y redondos melones tienes, nena bella!”
    
    “¿Pero a dónde vas, linda y deliciosa princesita?” le pregunto sin hablar. Y comienzo a seguirla, no para acosarla, sino para protegerla de ese par de sujetos que la están siguiendo también.
    
    Quiero hablarle, decirle que dos tipos van detrás de ella, pero me controlo. No debo de meterme en problemas. Y, aun así, un instinto protector que me sale de la nada, sólo por instinto, me ordena seguir a esos cabrones. La chica se vuelve hacia atrás y cuando se da cuenta de que la siguen, ella no se asusta, simplemente les hace un gesto raro y continúa caminando apurada. Y yo no entiendo nada.
    
    “Hey, preciosa, ¿a dónde vas?”
    
    Si la chica estudia en esta universidad, entonces ella debe de tener entre 18 y 19 años. Y aun así… parece más pequeña. Más inocente… aunque no lo es en realidad.
    
    Y yo voy muy detrás de ella y de esos tipos que la siguen. Desde mi sitio observo sus nalgas hermosas agitándose dentro de su faldita seductora. Mi pene despierta. Pero mis sentidos de alarma vuelven prioridad mis sentiros por protegerla, antes que por el deseo.
    
    Y entonces la dicha da una media vuelta y se mete salón que, por lo que logro apreciar, son los baños de mujeres. Me detengo alarmado y espero a ver lo que harán ese par de lacras.
    
    “Si estos perros de mierda entran tras de ella, les arranco los huevos”
    
    Hay una distancia de casi diez metros entre ellos y yo. Y cuando se cumplen mis peores sospechas, al darme cuenta de que ese par de perros entran al baño detrás de la chica, yo me lanzo como bala por ellos. Pero todo ocurre muy rápido. Han sido apenas segundos. Cuando estoy por llegar a los baños, los dos tipos salen de prisa, sonriendo, contando billetes.
    
    ¿La chica les ha dado dinero? ¿La están ...