1. La película


    Fecha: 11/09/2024, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... de tenerla a su disposición, con las piernas abiertas y los provocadores tacones altos apuntándole.
    
    Ahora te voy a follar, por tu bien, espero que quieras - Le avisó mientras sus dedos separaban sus labios y preparaban el camino para la primera embestida.
    
    Sí, fóllame, fóllame, fóllate a tu puta, joder, tu puta quiere que te la folles ya.
    
    Sea
    
    Fue su última palabra antes de entrar en ella con una embestida brutal, sin contemplaciones, hasta el fondo, cogiéndola de su pelo rizado para someterla a sus deseos. Sus embestidas no tenían tregua, su cuerpo golpeaba contra sus nalgas marcando con el sonido de sus cuerpos chocando el ritmo de una follada brutal, salvaje, el baile de dos cuerpos que habían llegado a su límite. Antes le había liberado las manos, soltando el cinturón y volviéndolo a tirar lejos de su vista para que ella pudiera agarrarse con todas sus fuerzas al sofá y aguantar sus acometidas, entrando y saliendo, entrando y saliendo cada vez más rápido y con más fuerza y deseo.
    
    Sí, joder, fóllame, qué polla tienes cabrón, eres un cabrón. Aaaaahh. - Gritaba ella notando cómo entraba cada vez más rápido y más fuerte, como lo tenía a merced de su deseo y disfrutando al ver cómo había conseguido que él, a pesar de su apariencia de control, empezara a perder la compostura gracias al deseo por su cuerpo, por follarla, por disfrutarla como nunca antes hubieran imaginado.
    
    Eres una zorra, y a las zorras hay que darles fuerte, porque me tienes muy cachondo zorra. - Le dijo sin parar sus embestidas y con la respiración completamente ya fuera de sí.
    
    Sí, fóllame, soy una zorra, la más zorra de todas, soy tu guarra, cabrón, reviéntale el coño a tu guarra.
    
    Sus piernas comenzaron a temblar, no podría aguantar mucho, sus manos la cogían por la cintura con la fuerza de quien quiere fundir su piel, por un momento se soltaron para levantarla, llegando así hasta sus pezones completamente duros, jugando con ellos con una de sus manos mientras la otra buscaba su clítoris por delante, para volver a rozarlo, apretarlo, estimularlo al ritmo de sus embestidas salvajes. Las piernas de ella empezaron a temblar de nuevo, su polla entrando y saliendo, sus dedos pellizcando sus pezones, sus dedos dando buena cuenta de su clítoris, de nuevo se acercaba el éxtasis, y llegó, se volvió a correr con sus embestidas de forma brutal, gritando y gimiendo como si fuera la primera vez, agarrándose por detrás a la cintura de él para que no saliera de su cuerpo, para que dejara todo su miembro dentro mientras apretaba para retenerlo y multiplicar la sacudida de su cuerpo, la electricidad que le recorría por cada centímetro de su piel, arqueando la espalda, mordiéndose los labios tras cada grito, jadeando después de otro orgasmo extremo, tirándose contra el respaldo del sofá para recuperar el aire mientras seguía notando su polla dura con las venas hinchadas en lo más profundo de su ser.
    
    Pasaron unos instantes hasta recuperar la cordura, él seguía dentro, ...