1. Una sorpresa tras otra(1)


    Fecha: 10/09/2024, Categorías: Incesto Autor: Alfonso, Fuente: TodoRelatos

    ... aparcados. Nada más sentarse, su corto vestido se le subió dejándome ver las bragas a juego. Sus muslos apretados no me dejaban visualizar la marca de los prominentes labios genitales que había sobado momentos antes, pero era tal mi calentura que me los pude imaginar.
    
    - Uy, que bien lo vamos a pasar! Dijo pasando la mano por mi pantalón.
    
    - Ufff, como está esto! Ponte cómodo si quieres, no te vaya a reventar la cremallera, jajaja! Rió con estridencia.
    
    - Quieres que me desabroche el pantalón? Le dije con sonrisa cínica.
    
    - Lo digo para que no te duela, la quiero en perfecto estado, jajaja!
    
    Su risa era estridente, pero por ver su boca abierta con esos gruesos y sensuales labios pensando en cómo me comería la polla, se lo podía perdonar.
    
    Accedí a sus deseos, aunque tampoco dejaban de ser los míos, y desabroché mi pantalón dejando libre mi verga que salió más erguida que nunca.
    
    - Ufff, tienes un buen mango, nene!
    
    “ Bueno, eso me gusta más que periquito!” Reí por dentro.
    
    - Te gusta?
    
    - Me encanta! Dijo abrazando con sus dedos el tronco venoso.
    
    - Así es como me gustan! Bien duras!
    
    Y se inclinó para besar el hinchado capullo.
    
    - Pues no sé lo que aguantará!
    
    - Tan mal estás? Me dijo con algo de decepción.
    
    - Es que llevo con ella dura bastante tiempo, y tú eres la culpable! Volví a decirle como alabanza.
    
    - Me gusta oír eso. Lo que no me gustaría es que te corrieras nada más metérmela! Me dijo con cierto reproche.
    
    - Bueno, creo que esta noche me podría correr varias veces! Contesté con prepotencia. Aunque después de tres semanas sin follar, todo era posible.
    
    - Estás seguro?
    
    - Segurísimo!
    
    - Pues vamos, que estoy deseando contarlas, jajaja!
    
    Su buen humor y la estridencia regresaron de inmediato. Arrancó el coche automático que tenía y salimos en dirección a su casa. Yo seguía con la polla fuera cuando paró en el primer semáforo que nos pilló en rojo. Volvió a manoseármela y abrió sus piernas exageradamente. Su tanga verde quedó completamente a la vista y ahora sí pude ver cómo se marcaban sus poderosos labios genitales.
    
    - Vas a dejar que me enfríe por el camino? Me dijo con la mejor de sus sonrisas lascivas.
    
    Sus muslos abiertos me ofrecían una visión que la catalogue como maravillosa. Mi mano se lanzó como si tuviera vida propia y se posó sobre el triángulo verde. Comencé a sobarlo mientras miraba mi propia mano regodeándose entre esos tremendos muslos, como diciendo, “yo sobo y tú miras!”.
    
    - Ummm, sigue, sigue! Quiero llegar bien caliente a casa! Comentó arrancado de nuevo al ponerse el semáforo en verde.
    
    Sus labios genitales eran grandes, carnosos, y rebosaban una excitante humedad. Miré su generoso escote pensando que me iba a poner morado comiéndome esas grandes tetas. Puse mi otra mano sobre una de ellas y la apreté con deseo.
    
    - Te gustan? Me preguntó mirando de reojo sin perder de vista la calle.
    
    - Tienes unas tetas preciosas!
    
    - Gracias! Pues esta noche van a ser para ...
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