1. Una sorpresa tras otra(1)


    Fecha: 10/09/2024, Categorías: Incesto Autor: Alfonso, Fuente: TodoRelatos

    Aunque la historia la he calificado dentro de "Amor filial", tengo que decir que es una mezcla de sexo con maduras y amor filial. Es algo que considero que debo aclarar antes de que empecéis a leer la historia.
    
    Un encuentro inesperado
    
    Había discutido con mi novia y tenía un cabreo monumental. Lo mejor para estas cosas es quedar con algún amigo y tomarse unas cervezas, y eso hice. Llame a Teo y quedamos en el Albatros.
    
    - Que te pasa? Me preguntó al verme cara.
    
    - He discutido con Soraya!
    
    - Otra vez?
    
    - Pues sí! Cada vez más a menudo! Llevamos sin echar un polvo tres semanas por culpa de las discusiones!
    
    - Pues vaya putada! A lo mejor lo deberíais de dejar!
    
    - No quiero dejarla joder! Lo que quiero es que nos llevemos bien, como antes!
    
    - Bueno, en eso no puedo hacer nada, pero puedo llevarte a un sitio para que te animes un poco!
    
    - Ah, si! Donde?
    
    - Conozco un garito que es cojonudo para follar!
    
    - Joder, vaya ánimos que me das! Que quieres, que rompamos del todo?
    
    - Que va, solo es para que te desahogues un poco. Es un sitio que van tías maduras deseosas de un buen polvo! Jajaja!
    
    - Tías maduras?
    
    - Sí hombre, maduras, de las que saben lo que se hacen! Y no te van a pedir que te cases con ellas. De hecho, algunas están casadas! Jajaja!
    
    - No sé, la verdad es que estoy más salido ya que el mango de una sartén, pero no creo que esa sea la solución!
    
    - Venga, anímate, es cosa de echar un polvo y cada uno a su casa! Seguro que eso te relaja!
    
    Al final accedí y nos fuimos al dichoso pub del que hablaba. Era un sitio bastante grande, con una luz tenue, lo cual casi impedía ver las caras a más de cinco metros. Había una par de pistas de baile pequeñas donde se apelotonaban las parejas para arrimar un poco el ascua (una expresión que había oído decir a mi padre alguna vez). La música lenta era una constante para que la gente bailara agarrada en cualquier momento. La verdad es que era un antro donde claramente iba la gente a ligar.
    
    La mayoría de los asistentes nos sacaban unos cuantos años y eso hacia que algunas de las tías maduras nos miraran al pasar a su lado. Debíamos ser los yogurines de la sala. La verdad es que más de una merecía alguna de mis miradas. No sé si serían los vestidos ajustados y provocativos, o la falta de luz, pero alguna de ellas estimulaba mis sentidos.
    
    Después de hacer un recorrido por todo el antro nos acoplamos en una de las tres barras que había. Pedimos un par de gin-tonics para entonarnos un poco.
    
    - Que te parece? Me preguntó Teo.
    
    - No está mal, pero la mayoría de las tías nos sacan más de veinte años!
    
    - Joder, ya te he dicho que eran maduras, pero hay muchas entre cuarenta y cincuenta que no están nada mal!
    
    Teo y yo teníamos veintidós años, y no se cual estaba más salido de los dos. Nos habíamos conocido en el trabajo, una empresa de publicidad, y desde el primer momento habíamos encajado muy bien. El no tenía novia, y me contaba que a veces venía a este sitio para ...
«1234...12»