Mi trabajo 4. - Relatos Eróticos

Mi trabajo 4.

... cabeza con mas fuerza la levanta para abrirme mas la boca y me escupe por segunda vez. Mete su polla a mi boca de tajo sin desperdiciar tiempo.

Él no se preocupa por mover la cadera, sino, con sus grandes manos toma mi cabeza y la mueve hacia sí mismo, la deja totalmente dentro provocándome arcadas en la garganta.

-Ahhhh, que cálida boquita.- sin decir nada más, solo mantiene su polla dentro de mi boca.

Trato de no hacer algo que le moleste porque aunque me guste sentirme dominada no puedo llegar con golpes en mi cara a mi casa.

Sigue cogiendo mi boca, a gran ritmo. Ahora moviendo su cadera lo que es un alivio para mi pues mi cuello comenzaba a dolerme hasta que, sin previo aviso, toma mi cabeza con ambas manos y empuja contra sí para venirse justo en mi garganta provocando que me ahogue completamente y me aleje de él ya que no podía respirar.

Se acerca a mi y me toma del cuello -Más vale que te lo tomes, quiero sentir como baja por tu garganta.-

Me trago su venida y parte de mi saliva consigo.

-Has sido una chica realmente malcriada, y las niñas malas merecen un castigo. Ahora ve y trae una silla.-

Como lo ordena, traigo una silla alta y me siento en ella, a lo que responde con otra orden "de espaldas", lo hago pero mi trasero no alcanza a estar totalmente sobre la silla y lo dejo casi al aire.

Se acerca por detrás de mi, levantando mi falda para poder tocar libremente mi trasero y mete su dedo en el.

Susurrándome dice -Que rico, es como si abrazara mi dedo. Siempre he querido que mi esposa sea así de puta y sumisa que tú, así que voy a disfrutar tanto usarte y hacerte llorar del dolor por ser una niña malcriada.-

Toma mi cadera y sin compasión penetra mi culo con su inmensa polla haciendo que grite con fuerza por el dolor.

Comienza a follarme el culo con gran intensidad haciéndome llorar, no quiero que pare. Me encanta la manera tan apasionada en la que me folla aunque me duela.

-Ahhhhhhhhh, mi_mi culo. Por favor.- sin fuerza, con mi voz quebrada tratando de soportarlo.

Me toma del cabello y mientras sigue follandome -te dije que te haría llorar. Siempre he querido hacer un anal y lo estoy disfrutando como no tienes idea.-

Continúa follandome sin importar que yo estuviera llorando en el proceso, él lo disfrutaba y me encantaba que cumpliera su fantasía conmigo aunque fuera algo simple.

Me toma del cuello y me folla con más energía, tan fuerte que no lo había sentido antes tal dolor, entre gimo y grito hasta que por fin logra venirse dentro de mi.

Me bajo de la silla, al principio me caigo por la poca fuerza que tengo en las piernas, voy temblando al baño para lavarme la cara. El maquillaje se corrio por mis lagrimas, tengo los ojos hinchados por haber llorado y la cara algo roja gracias a los golpes pero me siento tan bien cogida que no me importa.

Término de lavar mi cara y hacerme un lavado anal para después irme a mi casa.

Me ofrece a llevarme a lo que acepto, no es muy lejos pero es ...