1. Mi primera vez – Parte final – La entrega


    Fecha: 09/09/2024, Categorías: Incesto Autor: NekkyHot, Fuente: SexoSinTabues30

    ... subiendo de intensidad mientras más carne entraba en mí. El rictus de dolor se apoderó de mi cara y una lágrima alcanzó a escaparse, deslizándose por una de mis mejillas. Mi tío la secó con sus dedos y me preguntó: _¿Estás bien?… ¿Quieres parar?_
    
    Hice acopio de todas mis fuerzas para no ceder al llanto y entre pequeños sollozos le contesté:
    
    _Sí, estoy bien… sigue… no pares tío… sigue. Quiero que me conviertas en mujer_
    
    Cerré los ojos y lo besé. Correspondió mi beso apasionadamente, el cual, pausó por unos instantes y en un movimiento, dejó caer su peso y atravesó mi ser y se hundió hasta lo más profundo, llevándose consigo el velo virginal que hasta ese momento fue el guardián de mi inmaculada inocencia. No pude evitar soltar un leve sollozo que fue el eco de la despedida de aquella niña que se estaba convirtiendo en mujer en los brazos de su amado y que, por fin, después de tanto tiempo, mi deseo de tener a mi tío dentro de mí se estaba haciendo realidad.
    
    Mi tío se mantuvo inmóvil unos instantes, para darme oportunidad de regresar en mí y que poco a poco el dolor fuera disminuyendo y mientras nos besábamos, empezó a moverse… muy sutilmente inició el movimiento de sus caderas de arriba abajo… metiendo y sacando. Poco a poco el movimiento fue aumentando la candencia y con ello mis gemidos empezaron a hacerse presentes. Al paso de los minutos, el dolor y la sensación de ardor fueron desapareciendo y empecé a disfrutar de cómo se sentía todo aquello. El cúmulo de sensaciones por todos lados me tenía absorta… mi corazón latiendo a mil por hora… mi boca profiriendo jadeos y gemidos que salían al ritmo de las embestidas viriles que mi tío acometía… mi sexo ocupado por aquel falo que frenético entraba y salía de mí bañado en sangre y jugos vaginales… y mi mente, subiendo y bajando y dando vueltas y todo mi mundo era únicamente aquel momento, en el que mi cuerpo y mi mente estaban entregados y en el que me sentía amada y deseada.
    
    En momentos mis gemidos eran interrumpidos por pequeños pero intensos besos que me daba mi tío mientras yo lo abrazaba por el cuello y él, con sus manos, acariciaba mi cabello y mis mejillas. Luego hacía incursiones furtivas en mi cuello para pesarlo y lamerlo. Llegó un momento en que las penetraciones se volvieron intensas y un poco más profundas, lo cual me hizo estremecer, pero no supe qué hacer… mi tío me observaba con detenimiento… y poco a poco bajó el ritmo de sus movimientos hasta casi pausarlos. Me besó nuevamente y me dijo:
    
    _Vamos a cambiar, quiero que sientas de otra forma_
    
    Yo solo asentí con la cabeza.
    
    Se incorporó y se retiró de mi interior y me extendió las manos para poderme ayudar a levantarme. Al incorporarme pude ver que en su pene había rastros de sangre y me asusté un poco. Él se dio cuenta y me explicó que es normal. Yo ya lo sabía pero obviamente no es lo mismo conocer la teoría a vivirlo en persona.
    
    Él se recostó boca arriba y me dijo:
    
    _Ven, ahora te toca a ti arriba. Vas a ...
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