1. Soy un hijo de puta I


    Fecha: 26/09/2019, Categorías: Incesto Autor: Lope de Verga, Fuente: TodoRelatos

    ... liso y terso. Sus manos buscaron ahora la cremallera en el lateral de su falda, La bajaron con deliberada lentitud, como si esperase que yo me arrepintiera, pero el espectáculo era maravilloso. Tomé un nuevo trago mientras disfrutaba de aquella sensual estampa. Sus ojos ahora no perdieron de vista mi cara ni un segundo, parecía intentar descubrir mis emociones. Al fin cayó la falda y se quedó ante mí con un conjunto negro de lencería y unas medias que la hacían aparecer más sexi si cabe. No parecía saber qué hacer a continuación. Tal vez esperaba que me conformase con eso.
    
    Dejé el vaso en el sofá y solté mi cinturón mientras abría las piernas.
    
    ━Ven ━ordené tan solo. Estaba claro lo que deseaba.
    
    Lo hizo sin oponer resistencia. Llegó a mi altura y sin dudarlo se arrodilló ante mí. Acaricié su mejilla con verdadero cariño antes de obligarla a bajar la cabeza. Yo sentía ya mi polla en todo su esplendor. No opuso resistencia. Creo que intentó mentalizarse de que era tan sólo un cliente más. Alguien a quien olvidaría tan pronto saliera de nuevo de la casa. o tal vez lo vió como su castigo por no haber actuado con más valentía cuando había debido hacerlo. Ahora tocaba pagar sus errores por muy alto que fuese el precio. Sus manos, tan suaves como recordaba, bajaron mi bóxer y libraron mi polla de su encierro. Vi que la sorpresa aparecía en sus ojos.
    
    ━Ya no soy un niño ━le recordé.
    
    ━Ya lo veo. Ahora eres un… ━su ronca voz se cortó.
    
    ━¿Ibas a decir un hijo de puta? Tienes razón. Lo soy. Y tú eres la puta a la que me follaré esta noche ━le espeté mientras empujaba su cabeza hacia mi tranca. No pudo protestar, su boca se llenó de golpe de verga.
    
    Quiso retirar su cabeza pero se lo impedí.
    
    ━¡Chupa! Para eso estás aquí ━le ordené. Pude ver que unas lágrimas caían de sus ojos.
    
    No sabía si era de dolor por mi comportamiento o porque se atragantaba. Se la había metido hasta el fondo y pude notar como mi glande tropezaba con su garganta. Aflojé la presa y acaricié su pelo. No tuve que decir nada más. Ella, obediente, comenzó a chupar. Lo hacía de maravilla. Era una experta en mamadas. Rodeaba mi tronco con la lengua mientras subía y bajaba tragándose toda mi polla. Llevé una mano hasta su teta derecha y me sorprendí al sentir su pezón, no duro, pero sí ligeramente excitado. Apreté aquel pecho con fuerza sintiendo su dureza y tibieza. Eso le hizo soltar un sonido que pude distinguir si era un gemido de placer o n ligero grito de sorpresa. Sonreí. Pensé que fin de cuentas, a la puta de mi madre le iba el sexo. Aunque fuese su propio hijo, lo disfrutaba. Y algo me decía que le iba el sexo duro. Aquella noche iba a ser gloriosa.
    
    ━Me voy a correr en tu boquita. ¿Algún problema? ━pregunté. Si ella no quería tampoco iba a forzarla como no lo haría con ninguna mujer. Por toda respuesta meneó la cabeza negando mientras incrementaba el ritmo.
    
    No pude resistir más. Con un gruñido salvaje me dejé descargar en su boca. Tal vez eso le daba un ...
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