1. Sorpresa inesperada al acudir a la ferranchina.


    Fecha: 08/09/2024, Categorías: Gays Autor: Danisampedro91, Fuente: SexoSinTabues30

    ... polla invadía mis entrañas, entrando por mi culo.
    
    Ya, yaaa maricón, ya la tienes dentro, ¡Ohhh siií! Siií, así maricón así, deja que se abra tu culito para mí, ¡ohhh que gusto! ¡ooohhh que gusto! Gritaba el ferranchinero, ensartándome toda la polla en el culo, a la vez que tiraba de mis caderas hacia él e iba impulsando su pelvis para que me entrara toda la verga en el culo. Dios, me tenía ensartada la polla hasta los mismísimos cojones, y seguía dándome empellones, queriendo llegar a lo más profundo de mis entrañas.
    
    Notaba sus pelotas pegadas a mi esfínter, y su vello púbico pegados a los cachetes de mi culo. El cabronazo me tenía totalmente empalado en su verga y seguía impulsando su pelvis, queriéndome enterrar toda su hombría dentro de mi ser.
    
    Yo chillaba de placer, teniéndome que poner de puntillas, sintiendo como aquella verga llegaba a lo más hondo de mi ser, ¡ooohhh! ¡ooohhh! ¡ooohhh ohhh! Chillaba, notando como el viejo ferranchinero me hacía suyo.
    
    Así maricón así, chilla y siente como te rompo el culo, gritaba una y otra vez el viejo ferranchinero. Ahora ya eres mi nenita, me decía sin dejar de taladrarme el culo una y otra vez, dándome unas salvajes embestidas.
    
    Yo que apenas podía apoyar la totalidad de los pies en el suelo, poniéndome de puntillas cada vez que el ferranchinero me embestía, me sujetaba con las manos a los hombros del zapatero, que ansioso y muerto de envidia, esperaba su turno para follarme, allí delante mía, viendo como su amigo el viejo ferranchinero, me daba por el culo, haciéndome suyo.
    
    Poco a poco las embestidas que me daba el viejo ferranchinero, fueron bajando en agresividad, pudiendo por fin apoyar totalmente los pies en el suelo, a la vez que ahora ya solo me sujetaba a las caderas del zapatero, quedando más inclinado y facilitando las penetraciones que me daba la verga del ferranchinero.
    
    Así maricón así, abre bien el culito, ¡ohhh que gusto! ¡ooohhh que gusto! Gritaba una y otra vez el viejo ferranchinero, pudiéndose escuchar ahora perfectamente el golpeteo que daban sus huevos y pelvis al chocar una y otra vez contra mi culito, plof, plof plof plof plof, se podía oír, junto a los gemidos que emitíamos, mientras estábamos copulando.
    
    Ahora mientras me sujetaba a la cintura del zapatero, podía ver la verga de este, como tiesa y dura miraba empinada hacia el techo, pudiendo notar como tenía toda la cabeza del glande reluciente y brillante a causa del precumen que le rezumaba.
    
    No pudiéndome resistir, acerque mi boca a ella, pudiéndole pasar la lengua y empezar a saborear con mis labios, aquel manjar que tenía delante de mi cara.
    
    El zapatero al notar mi boca succionar la cabeza de su glande, poniendo sus manos sobre mi cabeza, empezó a suspirar a la vez que movía lentamente su pelvis, tratando de que tragase yo más su polla.
    
    ¡Ohhh maricón! ¡ooohhh que gusto! ¡ooohhh que gusto! Gemía el zapatero, notando como yo le chupaba la polla, mientras el ferranchinero seguía dándome verga por ...
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