Recuerdos de adolescencia (Memorias. Capítulo I) - Relatos Eróticos

Recuerdos de adolescencia (Memorias. Capítulo I)

... sigilo, comprobé que María dormitaba en su habitación y me acerqué a la puerta de la habitación de mis padres. Como suponía no estaba cerrada, sólo entornada. Empujé ligeramente. Mi tía estaba tumbada encima de la cama, desnuda completamente. Desde mi posición podía observar su deseable cuerpo, las tetas cayendo hacía ambos lados, su pubis oscuro y las piernas ligeramente abiertas. Mi polla pedía a gritos salir de la tortura del pantalón y derramarse. No me lo pensé y entré juntando la puerta. me bajé en parte los pantalones y empecé a tocarme mientras miraba a mi tía en la cama.

Ella me miró y me sonrió, no dormía, sin levantarse me reclamó con la mano para que me acercara hasta que tomó mi polla entre sus manos y empezó a masajear, despacio, disfrutando tanto del tallo como la base y la punta. ¡Qué gusto aquella paja! la primera completa que una fémina me dedicaba, notando sus manos tan suaves, y su seguridad al maniobrar con mi sexo.

Llevó la punta de mi miembro hasta tocar la piel de su teta, por la aureola y el pezón. Me mantuvo sometido agarrado por mi vástago, tirando de mí y poniéndome encima de ella, subiendo y bajando las manos por toda la longitud desde la punta hasta los huevos, una y otra vez.

No pude más y empecé a soltar jugo a chorretones, derramando por sus tetas, su cara, su pelo, Ella divertida no paró hasta que la última gota salió cayendo encima de su cuerpo. Entonces hizo algo que siempre recuerdo propio de ella, se levantó hasta darme un beso en la misma punta de la polla, un beso caliente y tierno que para mí tuvo el significado de marcarme como suyo, su posesión.

No hizo falta diálogo entre ambos, regresé a mi habitación calmado, sabiendo que mis calenturas tendrían una colaboradora imprevista.