1. Recuerdos de adolescencia (Memorias. Capítulo I)


    Fecha: 07/09/2024, Categorías: Confesiones Autor: Marcos Romero, Fuente: TodoRelatos

    La adolescencia es una época complicada, si además coinciden cambios familiares puede dejarte recuerdos tanto buenos como malos. Este es mi caso, recién cumplidos los catorce mi tía Marisa, hermana de mi madre, se divorció de su marido y vino a casa a vivir acompañada de su hija María, mientras pasaba la fase crítica en la que el resto de familia y vecinos se enteraban de lo ocurrido.
    
    Hablo de finales de los años 70 y el divorcio suponía un gran trauma y deshonra para las familias. Así que tanto madre como hija apenas salían de casa, tan solo para asuntos imprescindibles, y María para acudir al colegio, ya una mujercita en bachillerato y como tantos adolescentes ansiando llegar a los dieciocho para tener más libertad y llegar tarde.
    
    Mi tía Marisa era una mujer rubia más cerca de los cuarenta que de los treinta, agraciada pero sin ser una belleza gustaba de maquillarse aun recibiendo algún reproche por parte de su hermana, mi madre, sobre lo que dirían las vecinas por verla así pintada siendo divorciada. La moral de aquellos tiempos. Menos mal que Marisa apenas la hacía caso porque a mí me gustaba mi tía, en mi mente de adolescente calenturiento sus curvas me habían llevado a descubrir que mi cuerpo reaccionaba a estímulos hasta ese momento desconocidos, y por otro lado la cercanía de mi prima cuando me encontraba estudiando y se sentaba a mi lado o por cualquier razón me rozaba o me hacía una caricia siempre suponía que mi sexo tuviese voluntad propia, en algún caso con miradas de ella y sonrisitas por la gracieta de verme así. Yo salía de mi inocencia pero me quedaba mucho camino por recorrer antes de convertirme en adulto.
    
    Llegado el verano teníamos por costumbre veranear en el pueblo, con el resto de familia, es decir, abuelos, primos y amigos de vacaciones.
    
    Sin embargo, aquel año de cambios también me hizo suspender algunas asignaturas, no era mal estudiante pero pasar la adolescencia y las fantasías siempre distorsiona la cabeza. Mis padres, enfadados conmigo, decidieron irse al pueblo y que yo me quedase con mi tía y prima en la ciudad. Ni se les ocurriría a ellas asomarse por la casa familiar hasta que las aguas pasaran y el tiempo borrara las afrentas.
    
    Así vi partir de viaje a mis padres y su equipaje para dos meses mientras mi tía los despedía con la mano y una lágrima y María se metía en casa pensando en lo que se perdía por culpa de sus padres, La primera vez que no estaría junto a sus amigas, en la piscina, o en el baile de las fiestas. Encima su madre se había comprometido a que entre las dos me cuidarían, me darían clase en lo que pudieran y vigilarían que estudiase para aprobar las asignaturas, por las mañanas a clase en una academia de recuperación, por las tardes estudiando en casa.
    
    Así empezó aquel verano del 78, la casa en penumbra para evitar el calor, con los ruidos mitigados por la ausencia de muchos vecinos, refrescando con agua y limonada la sed, y aligerando ropa en cuanto el calor empezó a subir.
    
    Es ...
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