1. Rechacé su petición, pero me comí su panochón


    Fecha: 07/09/2024, Categorías: Grandes Relatos, Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... panocha bien afeitada cuando le removí ese diminuto y transparente calzoncito y luego ella pasó a desnudarme para según como decía Gisselle, estuviéramos en las mismas condiciones. Me vio el falo ya bien parado y afeitado y me dijo:
    
    - ¡Me gusta… me gusta lo que veo! ¡Nunca había visto una verga así de afeitada! Como me gustaría que fuese una costumbre del hombre mexicano.
    
    - ¿Nunca habías visto una afeitada?
    
    - ¡No nunca! ¡Que rica se le ve! Creo que me voy a dar gusto el día de hoy mamando.
    
    - ¿Te encanta mamar?
    
    - ¡Esa cosota me la voy a tragar toda! -me dijo.
    
    Se sentó a la orilla de la cama y comenzó a chuparme la verga. El primer minuto fue algo delicado y luego lo hacía como desesperada a comérsela como si alguien le iba a quitar el postre. Cuando me dijo que se la iba a tragar toda Giselle Angélica no mentía pues esta chica es de esas de garganta profunda y hasta los ojos se le ponían rojizos por el bloqueo de oxigeno a sus pulmones. Ella seguía chupándomela y una y otra vez miraba como sus labios llegaban al tronco de mi verga y eso es algo que muy pocas chicas logran hacerlo. Literalmente mi verga estaba en su esófago y como para mostrármelo ella se acostó boca arriba y me pidió la verga para seguir tragándosela y ella me pedía que se la empujara y se la sostuviera. Podía ver como su garganta se abultaba cuando mi verga entraba una y otra vez. La verdad que esta chica me sorprendía pues realmente no sé si eso es excitante para ella, pero para mí más parecía una tortura. Con los minutos la primera posición que me dijo que le encantaba era la del perrito y quería que la hiciera acabar así.
    
    Las nalgas de esta mujer se sentían duras y en esa posición pude ver como su panocha parecía un río de jugos vaginales. Le asomé mi glande y lentamente le he metido cada uno de mis 22 centímetros. Jadeó con la invasión diciendo: - ¡Oh… Dios mío… que rica se siente tu verga! - A esta mujer le gusta el sexo rudo, le gusta que la traten como una verdadera puta. Me pedía que la tomara de su cabello negro, que la halara de sus brazos como sometiéndola y le encantaba sentir nalgueadas fuertes. Todo aquello como que la encendía y luego hacía una pausa para chuparme la verga por unos cuantos segundos. Aquellas pausas las hicimos un par de veces y luego sentí que se encaminaba a un buen orgasmo cuando me decía: - Pégame fuerte cabrón, méteme esa verga hasta que salga por mi boca… dale, dale verga a mi panocha que me estoy corriendo. -Aquello era un escandalo de gemidos y gritos de placer que no dudo que hasta los de la recepción escucharon la corrida de esta mujer. Aquello me excitó tanto que al minuto le acompañaba en la corrida.
    
    No paré de pompearle la panocha hasta que vacié lo que traía en mis huevos y luego esta chica se volteó y la volvió a mamar hasta sacarme la última gota en el canal de mi verga. Tenía un rostro sudado y excitado y con una sonrisa me decía: - ¡Qué rico estuvo eso… que vergueada me has dado! - La verdad que había sido ...
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