Cuando Papá Enviudó (El Secreto de Papá) - Relatos Eróticos

Cuando Papá Enviudó (El Secreto de Papá)

... excitación al ver eso, veía de reojo a papá para ver si ya dormía, y parecía estarl, no pude evitarlo, mi mano se fue a su bulto y al sentirlo supe por que se veía diferente, papá no vestía calzoncillos, al tocar su verga flácida se sentía tan bien, tan suevecita y a la vez tan tosca, volví a mirarlo y parecía seguir durmiendo, con cuidado descubrí su hermosa verga y sin pensarlo me la lleve a mi boca, ese sabor nuevamente lo disfrutaba, y su flacidez se sentía tan agradable en mi boca, con cuidado lo mamaba para no despertarlo, no quería que papá interrumpiera nuevamente del placer que sentía, sentí como poco a poco aquel miembro comenzaba a despertar, me llene de temor pero era demasiado tarde no podía parar, sin embargo mientras lo mamaba yo continuaba viéndolo a la cara para asegurarme de que seguía en su profundo sueño, aunque no roncaba su cara parecía tranquila, todo lo contrario a su verga que se transformó en una bestia despierta gracias a mi boca.

Aun así trataba de controlar mi desespero, me concentré un rato en su hermoso glande y con mi boca bajaba y subía su prepucio que se arremangaba con mis mamadas, después intentaba metérmela toda en mi boca, siempre despacito para no despertar a mi progenitor, fue en una de esas que sentí como la verga de papá empezó a palpitar dentro de mi boca, al sentir eso miro hacia la cara de papá y aunque el seguía con sus ojos cerrados, su ceño se frunció, como si estuviese conteniendo una explosión dentro de El, mientes yo sentí como un líquido viscoso ahogaba mi garganta saqué mi boca para respirar y mientras mi boca escurría de la leche de papá otros espesos chisguetazos salpicaron mi carita, asustado veía a papá y El segyxon sus ojos cerrados pero sentía como su respiración se agitaba un poco aún con su ceño fruncido, yo volteo para todos lados buscando algo con que limpiarlo a El y limpiar mi carita, pero al no encontrar nada, no tuve más remedio que limpiar a papá con mi lengua y tragarme la leche que había escurrido, al terminar, volví a guardar la verga de papá bajo su pijama.

Paso buen tiempo para que durmiera esa noche, y es que por mi mente pasaban muchas cosas, algo me decía que papá fingía el sueño o tal vez era una fantasía mía, pues en el fondo deseaba que papá hubiese estado despierto y hubiese disfrutado de mi boca.

Yo deseaba tanto a papá y deseaba ser suyo así como hacía suyo a el enfermero, me enojaba ser su hijo pues se que esa era la razón del porqué no podía ser completamente suyo.

CONTINUARA…

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