1. Un futuro prometedor


    Fecha: 26/09/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Kecca, Fuente: TodoRelatos

    6:30 AM. La alarma del despertador sonaba. Simón abrió los ojos y de un salto se plantó de pie junto a la cama. Normalmente habría pospuesto la alarma 5 minutos más, o incluso 10, pero ese día no, porque ese día estaba demasiado emocionado como para aguantar en la cama ni un solo minuto más. Ese, era un día especial. Era su primer día de trabajo.
    
    De su primer trabajo.
    
    Una camisa blanca que planchó justo el día anterior. Unos pantalones chinos color camel. Zapatillas de piel marrón y una americana beige. Un poco de perfume, no demasiado, no quisiera dar una impresión equivocada apestando por los pasillos. Se miró en el espero sintiéndose poderoso, se gustó mucho. Iba dispuesto a comerse el mundo.
    
    Simón había estado preparándose para ese momento durante años, desde que con 11 años decidió a qué quería dedicarse y fijó su objetivo y puso todo empeño y esfuerzo en lograr entrar en la productora nacional de televisión como redactor de las noticias. Por supuesto no podía entrar como redactor senior, con tan solo 26 años y recién finalizado su máster en periodismo, y pese a haber superado de largo un proceso de selección durísimo y haber sido elegido entre decenas de candidatos, entraba como redactor junior. Ese era el primer día de la exitosa carrera que visualizaba en su mente y nada ni nadie podría detenerle en su camino hacia el éxito.
    
    Tras un café solo y un par de tostadas cogió su casco, se enfundó su chupa, salió por la puerta y se montó en su Honda CBR.
    
    La entrada del edificio era majestuosa. No pudo evitar esbozar una sonrisa al entrar por una de las puertas giratorias y observar la grandiosidad del Hall con las fotografías de todas las celebridades que habían trabajado para la productora colgadas en la pared. Pudo reconocer a casi todas lo que le produjo muchísimo entusiasmo.
    
    Se dirigió hacia el mostrador de la recepción, y antes de llegar le salió al paso una joven. Una muchacha desgarbada, con el pelo largo y rubio y la cara llena de pecas con quizá excesivo maquillaje y vestida muy formal con un traje de falda y chaqueta entallado que dejaba ver su delicada figura.
    
    - Hola, Soy Melisa. Tú debes ser Simón, Bienvenido, te están esperando en la planta dos, sala cinco. Debes coger el tercer ascensor de la derecha.
    
    Melisa le soltó en la mano una bolsa de tela con el logotipo de la productora cuyo contenido no mostró y le señaló con una gran sonrisa la dirección a la que tenía que dirigirse, se dio media vuelta y volvió a la recepción.
    
    Simón se quedó ligeramente desconcertado por la energía de Melisa y su atropellada forma de recibirle. Tomó aire y siguió las instrucciones que acababa de recibir.
    
    Tomó el tercer ascensor de la derecha y presionó el 2.
    
    Empujó la puerta de la sala cinco. Las cuatro personas que allí estaban se levantaron al verle aparecer, dos mujeres y dos hombres.
    
    - Bienvenido Simón, llegas pronto. - Sentenció una de las mujeres con una gran sonrisa al tiempo que apartaba la silla contigua a la ...
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