1. Señorita | Capítulo 14: De visita a la cárcel


    Fecha: 04/09/2024, Categorías: Hetero Autor: Sweetpixel, Fuente: TodoRelatos

    ... inmadurez al estar aquí.Tras iniciar el cronómetro, tira el móvil al suelo,—¿Esto es seguro? —Le interrogo, busco una expresión que me justifique estar acá, mostrándole mis bragas a reos y policías, quienes tendrán mi entrepierna fija en los lentes de sus binoculares, como una escena principal en la pantalla gigante del cine local.—No, no es para nada seguro. —Vuelvo a reír, quiero arrepentirme de estar acá, pero lo estoy disfrutando tanto, filtro mi mirada entre su costado y su brazo, ella se percata de eso.—¿Cuantos? (reos), —pregunta mientras empieza un suave vaivén en mi abdomen, yo no puedo responderle de inmediato, mi mirada cachonda intenta devorar su rostro.Mi entrepierna ya ha perdido cualquier atisbo de cordura. Lamenta no tener una verga de tantas que se muestran a lo lejos y estoy más mojada que pradera africana tras el monzón.—6 u 8, todos viendo esto, —le digo mientras amaso su hermoso trasero.Ella contornea sus caderas tras mi descaro.¡Quiero comerle su culo ahora!—¡Oh my Gad! —grita, sus pechos quieren explotar ante mis ojos, su espalda arqueada es perfecta para mí y sus pechos son misiles que juran que me fusilarán si me detengo.—Muy pocos, pongamos más carne en la parrilla, —y puedo adivinar lo que vendrá; seguidamente se escapa hasta mi entrepierna manteniendo su risa que le responde a la mía, y a continuación desliza sus dedos por mis muslos y me hace arquear la espalda como trapecista en la cima de su salto; y como si supiera lo que quiero, pone su pulgar en mi entrada e intenta penetrarme por encima de la tela.—¡Fuuuuck! —consigo decir con los ojos en blanco.—¿Te gusta, bonita? —pregunta, yo respondo aligerando un quejido que se mezcla con un pequeño grito de mucha necesidad, —¡Oh sí! —me dice tras deducir que mi respuesta es un “SÍ”, y ciertamente mi respuesta es un GRAN sí.Yo llevo mi mano izquierda hasta su mano en mi rajita y le obligo a hacer más por aliviarme. Ella entiende y sube mis bragas hasta mis rodillas ayudada por mi cooperación total ¡Por la puta!, aún tengo dudas de estar aquí, y de lo caliente que me siento en este momento. Mi raja palpita, como saludando a cada uno de los reos calientes que gritan desde adentro de la prisión.Amo ser parte de la razón de por qué tantas vergas están funcionando a tope en este momento.Manteniendo su mirada en mi mirada, vuelve hasta mí y me planta un beso en los labios, le respondo aún con el calor en mis mejillas provocado por el hecho de que a 200 metros, habrá 10 o más reos cada uno más cachondo que el otro, y la culpable, nosotras.—¿Cuantos? —pregunta nuevamente, yo vuelvo a filtrar mi mirada entre su costado y su brazo, y creo distinguir que los vigías aún nos observan con binoculares.¡No puedo estar más apenada y caliente al mismo tiempo! Están viendo mi concha desnuda, cada pulsación de la misma seguro está ocupando cada lente de cada binocular.Siento como si el sol que se marchaba se ha vuelto para asfixiarme con su calor.Estefanía me besa el cuello y lleva su mano ...