1. Señorita | Capítulo 14: De visita a la cárcel


    Fecha: 04/09/2024, Categorías: Hetero Autor: Sweetpixel, Fuente: TodoRelatos

    ... que colinda con la propiedad de papá?—Sí, y no lo haré otra vez.—¡Vamos¡ ¡Necesitas historias para contarle a tus nietos!—Ya tengo suficiente para que crean que invento demasiado.—¡Vamos! Sabes que esto se terminará pronto.—No, acá estoy bien, —digo aún con mi rostro hundido en sus pechos.—Sí me acompañas, mañana te dejaré estar así por una hora —contraoferta.—Dos horas.—Hora y media.—Hecho, —le digo mientras acepto que debo salir de sus hermosas tetas, y lo último que hago es morder un poco su pezón y un instante después la encuentro dando un salto de dolor, y yo escapando por la habitación para evitar su reprimenda física. Termina por morder mi pezón derecho tras vencer mi fuerza.Ambas nos deslizamos hasta el piso apoyadas en la pared para reír ruidosamente.1 hora después estamos caminando por la zona verde de la propiedad del padre de Estefanía, nos protegemos detrás de los arbustos. Realmente es una zona hermosa, un amplio césped recién recortado, abajo un pequeño humedal de 100 metros o menos, y al otro lado, una imponente fortificación, la cárcel local, con campo para 5000 reos.—¡No quiero hacerlo otra vez! —le reclamo mientras intento contrarrestar su fuerza que me empuja a seguir, y sé que unos metros después ya estaré siendo visible desde la cárcel.—¡Vamos! ¡Hicimos un trato! —me reclama.—¡Nos van a meter presas por hacer esto.—¡No es cierto! ¡Estamos en propiedad privada! Además no pueden ver nuestros rostros, —devuelve, mientras casi consigue que entre a la zona visible.¡Joder! Es increíble la fuerza que tiene. Me doy por vencida cuando sé que ya estoy siendo observada desde la cárcel. Lo sé porque uno de dos vigías se desacomoda de su asiento donde platicaba con un segundo centinela.—¡Está bien! —Le digo mientras acepto que debo cumplir mi parte del trato. Ella se mueve para coger mi culo y besarme a la vez.¡Por la puta! ¿Cómo es que consigue calentarme tan fácilmente? Me recrimino mientras igual llevo mi mano hasta su hermoso trasero.—¡Tendrás que hacer visita conyugal si me meten presa! —le amenazo mientras amaso su culo como si el objetivo de mi vida fuese exactamente eso.—Todos los días, —me dice mientras lleva su mano hasta mis tetas, después me lanza al césped con cierta violencia. Intento reclamarle pero ya está sobre mí, comiendo mi boca, y yo respondiendo como corderito dócil.¿Cómo es que ella puede sacar en dos segundos la perra que llevo dentro? Mi entrepierna está agitada, el aire que empieza a jugar bajo mi falda no me enfría sino lo contrario, contribuye a calentarme un poco más si cabe.¡¿Cómo puedo estar tan caliente apenas unos segundos después?! Los reos empiezan a gritar, la mezcla entre vergüenza y cachondez se siente taaan extraña.Un exabrupto de Estefanía impide que siga evaluando mis emociones.—¡El cronómetro! —expresa a la vez que saca el móvil para poner el mismo a correr. La risa en su rostro me dice que quiere esto, tanto como ya lo estoy queriendo yo.Nuestra calentura, tan solo es superado por nuestra ...
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