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Destrucción de una familia 10
Fecha: 04/09/2024, Categorías: No Consentido Autor: Migran Kus K, Fuente: TodoRelatos
Capítulo 10 – La caída final de Miranda Los días se fueron acumulando dando paso a semanas y estas a meses. Hacía diez meses ya del fatídico fin de semana en que Eleanor, su hermana y sus hijas fueron vejadas. Alguna salvajemente violada y madre e hijas secuestradas. Nunca más se supo el paradero de las tres. La perfecta máquina de la trata de blancas funcionaba a la perfección y es más, Eleanor había sido sacada del país sin que nadie detecte nada. Las jóvenes hermanas seguían ejerciendo la prostitución obligadas en el mismo lugar, convirtiéndose en expertas amantes. Su dueño y tío, Antonio las había visitado un par de veces más de incognito para saciar sus repulsivos y bajos instintos. Siempre con el rostro cubierto abusó de las dos en reiteradas ocasiones, estando ellas obligadas a atenderlo ignorando quien era. Fabián con su tratamiento de lavado de cerebro por hipnosis más drogas pudo lograr al fin vencer la resistencia subconsciente de Miranda. Le bastaba pronunciar una serie de palabras en el orden y tiempo correcto para que la mujer se convirtiera en otra. En una ninfómana desprejuiciada consciente a medias de la realidad. Dócil y sumisa se transformó en un animalito esclavo de su amo. A la inversa, con solo volver a pronunciar una serie de palabras la hermosa víctima olvidaba todo y volvía a la realidad. Su realidad. Dolorosa y agobiante de ser una víctima de violación salvaje con secuelas de frigidez, sumado a la desaparición de su hermana y sobrinas hacía triste y amarga su existencia cuando estaba lúcida. La primera sesión donde Miranda demostró docilidad total no fue desaprovechada por el inescrupuloso psicólogo. Al fin logró manosear a gusto a la mujer de su amigo, inspeccionando cada parte de su atractivo cuerpo. Hizo que se masturbara y él mismo colaboró con la paja de la dominada mujer insertándole algunos dedos y revolviéndolos con gusto. Le destapo los pechos, pequeños de rosados pezones y se dio el lujo de chuparlos como un lactante mientras la mujer maltrataba su propio clítoris. Cuando no dio más de excitación se vio obligado a liberar su miembro para pajearse compulsivamente observando el espectáculo que daba Miranda semidesnuda explorándose su vagina. Ella observó el movimiento del doctor y sin dejar de pajearse con la otra mano le agarró posesivamente el pene. Obviamente él no intentó disuadirla, es más, se puso de pie y acercándose a la cabecera del diván dejó que la descontrolada fémina se engullera el falo. Fueron pocos segundos pues la excitación de ambos era descomunal. Todo acabó así, abruptamente como empezó. Un chorrete de semen desparramado sobre la cara de Miranda con algunos goterones incluso dentro de su boca y agitación por demás que poco a poco se fue calmando. Ese mismo día cuando Fabián se reunió con Antonio lo puso al corriente de la buena nueva. Le confesó lo que hizo con su esposa disculpándose por no esperarlo, a lo que Antonio le restó importancia. -Lo importante es ...