1. Lo que a lo mejor te gustaría que te pasara


    Fecha: 03/09/2024, Categorías: Intercambios Autor: spain, Fuente: TodoRelatos

    ... que Javier estaba en el mismo sitio de la barra donde le ví al entrar y me pareció que seguía pendiente de nosotros. No sabía qué hacer ni qué decir, simplemente miraba a Fran.
    
    --Estás seguro?
    
    El no dijo nada y forzó la situación. Con un gesto intuí que estaba llamando a Javier.
    
    Seguí sin decir nada, callada, cuando llegó y volvió a sentarse a mi lado. Estaba nerviosa, muy nerviosa, cuando le oí decir,
    
    --Me alegro que os hayáis decidido, al tiempo de acariciar levemente mi rodilla.
    
    Como os dije antes, este sitio es totalmente serio y no pasa nada que ninguno quiera que pase. Por cierto soy el dueño de este tinglado, por si así os sentís más seguros.
    
    Se acercó un poco más a mí y con su boca buscó la mía. Sus labios rozaron los míos, al tiempo de sentir como su mano se adentraba un poco entre mis muslos, que abrí instintivamente.
    
    Estaba ardiendo, me pudo el morbo de la situación, y ya en esos momentos podía sentir como todo mi cuerpo era electricidad pura, y mi coño un charco de flujos. La situación me estaba superando, me estaba poniendo supercachonda y abrí mi boca totalmente buscando su lengua. Su brazo derecho pasó por detrás de mi cuello acariciando mi nuca, enredándonos en un beso húmedo, caliente, mientras su mano izquierda llegaba a mi tanga. Sus dedos dibujaban mi coño por encima de la tela, mientras mordía mis labios, mientras jugaba con mi lengua.
    
    Abrí mis ojos para mirar a Fran, sin dejar de besar a Javier y le vi acariciándose su polla por encima del pantalón, mirándonos con cara de vicio. Javier dejó de besarme, diciendo...
    
    --¿os importa si pasamos dentro, mejor? Y se levantó cogiéndome de la mano.
    
    No hice nada, simplemente me dejé llevar, él rodeó mi cintura como si fuera mi pareja, su mano muy cerca de mi culo, mientras Fran caminaba a nuestro lado, llegando al pasillo que daba a la otra estancia. Había menos gente y cada uno a su manera, parejas en los sillones, generalmente de dos en dos, y la mayoría besándose.
    
    Una de ellas, la mujer tenía las tetas fuera por encima del vestido, el hombre a su lado comiéndoselas como si no hubiera un mañana, ella con la cabeza echada hacía atrás gimiendo, mientras el otro hombre simplemente miraba con la polla fuera, que le pajeaba lentamente la otra chica.
    
    Yo estaba super caliente, y más con las escenas que veía, así que nada más sentarnos en uno de los sofás de un rincón, me lancé a la boca de Javier y se la comí con ansia. Él me comió la boca igualmente, mientras su mano buscaba por debajo de mi vestido, ahora ya sin ninguna reticencia, mi coño. Me recosté en el sofá sentándome casi en el borde para dejarle hacer, y él tiró de mi tanga hacia abajo. Subí un poco mis piernas y lo sacó, dejándolo tirado en el suelo. Subió mi vestido hacia arriba, recogido casi en mi cintura. Me sentí impúdica, así como estaba, las piernas abiertas, mi coño expuesto a cualquiera que pasara por allí, a mi novio, a Javier que hasta hacía cinco minutos era un perfecto desconocido, ...
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